Azovstal ha caído | Se entregan los últimos 531 combatientes de la acería de Mariúpol, incluidos los comandantes del batallón Azov. La ofensiva rusa se centra en la región de Lugansk, donde misiles rusos han destruido un centro cultural dejando al menos ocho heridos
PUBLICIDADAzovstal ha caído.A última hora de la tarde del viernes, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, anunció la completa rendición de la acería de Mariúpol, símbolo de la resistencia ucraniana, con la entrega de los últimos 531 combatientes.
Entre los últimos en entregarse figuran los comandantes del batallón nacionalista ucraniano Azov, que Moscú considera "neonazis" y "criminales de guerra". La Duma rusa aboga porque sean juzgados por crímenes de guerra y el batallón Azov sea declarado organización terrorista en Rusia.
En total, desde el pasado domingo, se entregaron 2.439 combatientes ucranianos.
Fuego intenso sobre el Donbás: Severodonetsk en el punto de mira de Rusia
Tras fracasar en la toma de Kiev y Járkov, Rusia intensifica sus ataques sobre el Donbás, en el este.
Según Moscú, están a punto de apoderarse de la región de Lugansk. La batalla se centra en la ciudad clave de Severodonetsk, donde los bombardeos rusos dejaron el jueves al menos 12 muertos .
En Lozova, otra localidad del este, al menos ocho personas, incluido un niño resultaron heridos por un ataque con misiles contra un centro cultural. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, mostró imágenes de la destrucción del centro.
Zelenski pide que Rusia responda económicamente por sus crímenes
"Instamos a nuestros países asociados a que reconozcan jurídicamente que Rusia debe responder económicamente por los crímenes que ha cometido. Esto es importante en el contexto de esta guerra de cualquier otra acción agresiva, ya sea de Rusia o de cualquier otro agresor potencial. El mal debe tener respuesta y debe saber que será castigado", dijo Zelenski.
En los pueblos de Donetsk, cerca de la línea de frente, muchos se van, porque no les queda nada o por miedo que sea la última oportunidad de hacerlo. Otros se quedan por convicción, porque se niegan a dejar su tierra, o porque son demasiado ancianos o vulnerables para poder huir.