Aquellos que no están de acuerdo solo hablan de esto detrás de las puertas cerradas de su cocina y es como estar de vuelta en la URSS. Y muchos de los que entienden lo que está pasando, no hacen nada por miedo a la represión y también porque creen que no pueden cambiar nada. Por Galina Polonskaya
PUBLICIDADAl cabo de 100 días de la invasión rusa de Ucrania, llamada operación militar especial por el Kremlin, la periodista de Euronews Galina Polonskaya relata el estado de opinión de la población rusa.
Galina Polonskaya, euronews:
"Hay algunos cambios en la opinión pública en Rusia: cada vez menos personas están prestando atención a la guerra, que en Rusia se llama 'operación militar especial', y menos personas dicen que están preocupadas por lo que está pasando en Ucrania. Esos son los resultados de una encuesta reciente realizada por el Instituto independiente Levada (etiquetado como 'agente extranjero' por las autoridades rusas). Los resultados también muestran que la mayoría de las personas dicen que todavía confían en la televisión y para ellos es la fuente de información más importante, y La televisión en Rusia está total y absolutamente controlada por el Estado, por lo que no sorprende que la mayoría de los encuestados, el 73%, diga que la 'operación militar especial' es un éxito.
Pero, por supuesto, todavía hay muchos otros que están en contra de la guerra y que están tratando de resistirse, pero cada protesta es reprimida de inmediato: incluso un esmalte de uñas o zapatos amarillo-azul, los colores de la bandera de Ucrania, pueden ser motivo de una detención. Y las autoridades ahora están tratando de bloquear los servicios de VPN (red privada virtual, de sus sigles en inglés) para que las personas no puedan obtener ninguna información del exterior, de los medios de comunicación bloqueados o de los periodistas independientes que se fueron de Rusia.
Pero no solo los periodistas o los defensores de los derechos humanos, otros que abiertamente dicen no a la guerra -artistas, por ejemplo- también tuvieron que irse. Y está ese sentimiento de represión que cuentan los activistas, la gente tiene miedo. Entonces, aquellos que no están de acuerdo, que desaprueban, solo hablan de esto detrás de las puertas cerradas de su cocina y es como estar de vuelta en la URSS. Y muchos de los que entienden lo que está pasando, no hacen nada por miedo a la represión y también porque creen que no pueden cambiar nada