La presidenta de la Comisión Europea cerraba este lunes un memorando de entendimiento con Azerbaiyán, que duplicará sus suministros de gas a los países del bloque.
La Unión Europea sigue dando pasos hacia la independencia del gas ruso. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de la República de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, firmaban este lunes en Bakú un memorando de entendimiento por el cual Azerbaiyán se compromete a duplicar sus suministros de gas a los países del bloque.
"La Unión Europea apuesta por la diversificación fuera de Rusia", anunciaba Von der Layen, "y por recurrir a socios más fiables y de confianza. Y me alegro de contar con Azerbaiyán entre ellos. De hecho, es un socio energético crucial para nosotros, y siempre ha sido fiable".
En Argelia, mientras tanto, el primer ministro italiano Mario Draghi anunciaba junto al presidente Abdelmadjid Tebboune, un nuevo contrato gasístico de 4000 millones de euros, asentando aún más al país africano como principal proveedor del transalpino.
En París, encuentro en el Elíseo entre el presidente de Francia Emmanuel Macron y su homólogo en Emiratos Árabes Unidos, el jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan, para sellar las garantías emiratíes sobre las cantidades de hidrocarburos suministradas a Francia.
Todo ello, siempre a la espera de ver qué pasa con el famoso y siempre importante gasoducto Nord Stream 1, ahora mismo cerrado por labores de mantemiento.
"La cuestión es si el Nord Stream 1, que es un gasoducto muy importante para Alemania, reabrirá tras sus labores de mantenimiento", alerta Anne Sophie Corbeau desde el Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia. "Se encuentra en mantenimiento del 11 al 21 de julio. Y si va a volver a abrir o no es una muy buena pregunta. Hasta ahora las señales no son particularmente buenas".
Y es que los datos hablan por sí solos. En 2021, Rusia fue la encargada de suministrar casi el 40 por ciento del gas natural de Europa, principalmente por gasoducto. La búsqueda de alternativas, por tanto, se antoja indispensable.