Por Joan Faus
BARCELONA, 27 oct - Cinco años después de que el intento de Cataluña de independizarse de España provocara un gran revuelo en Europa, el movimiento independentista se enfrenta a divisiones internas, a la disminución del apoyo popular y a las consecuencias económicas del éxodo empresarial.
Cataluña ha perdido su estatus frente a Madrid como primera potencia económica de España después de que miles de empresas hayan trasladado sus sedes legales fuera de la región, por temor a que la campaña de secesión de 2017 dejara a Cataluña fuera de la Unión Europea y de sus protecciones.
El apoyo a la independencia se ha enfriado, desde el 49% en el momento del referéndum hasta el 41%, mientras la coalición independentista del Gobierno regional está en crisis, con divergencias sobre cómo hacer avanzar el movimiento.
La evolución del conflicto puede servir de advertencia para el movimiento independentista en Escocia, que está presionando para que se celebre otro referéndum el año que viene sobre la ruptura con el Reino Unido.
Aunque los separatistas catalanes no se arrepienten de su intento de secesión, han sacado lecciones, como "conseguir más apoyos democráticos dentro de nuestra sociedad, más reconocimiento de la comunidad internacional", dijo Oriol Junqueras, presidente del partido regional gobernante Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
Junqueras era vicepresidente de la Generalitat de Cataluña cuando la región celebró un referéndum de independencia prohibido por la justicia española. Las imágenes de policías antidisturbios irrumpiendo en los colegios electorales dieron la vuelta al mundo, con la amenaza de una escisión desordenada.
El 27 de octubre de 2017, Cataluña realizó una efímera declaración de independencia. El movimiento se desvaneció después de que el Gobierno español impusiera un gobierno directo sobre la región autónoma.
Nueve líderes separatistas fueron condenados a largas penas de cárcel, siendo la de Junqueras la más larga, de 13 años, por sedición. Todos fueron indultados en 2021.
Unas 3.000 empresas trasladaron su domicilio social fuera de Cataluña en los seis meses posteriores al referéndum, según la consultora Informa. Entre ellas, bancos como Caixabank y Sabadell, la energética Naturgy y el proveedor de infraestructuras de telecomunicaciones Cellnex.
Muchos mantuvieron oficinas directivas en la región, pero el traslado legal significa que algunos impuestos se pagan en otras regiones —como la Comunidad Valenciana o Madrid—, Cataluña acoge menos eventos empresariales y empresas extranjeras han optado por ubicaciones menos arriesgadas.
Unos 30.000 puestos de trabajo no se crearon en Cataluña entre el tercer trimestre de 2017 y 2019 por cuestiones políticas y de seguridad, según el banco BBVA.
Este éxodo empresarial "hizo mucho daño y todavía no está restituida la situación, ni mucho menos", dijo Guillem López Casasnovas, profesor de economía de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y exconsejero del Banco de España.
El grupo barcelonés de aguas Aigües de Barcelona es la única gran empresa de la que se tiene constancia que ha vuelto.
Un portavoz de Caixabank, el mayor banco del mercado español, dijo que su decisión de trasladar su sede social a Valencia era permanente.
La posibilidad de volver a Cataluña no está sobre la mesa, dijo un portavoz del Sabadell.
La Fundación Caixabank, que en 2017 dijo que el traslado de su sede social era "temporal" pero no ha regresado, declinó hacer comentarios, al igual que Naturgy y Cellnex.
Cataluña debe enviar "señales inequívocas" de que la seguridad jurídica está garantizada para animar a las empresas a regresar, dijo Josep Sánchez Llibre, presidente de la principal asociación empresarial de Cataluña, Foment del Treball.
VENTAJAS PARA MADRID
Madrid ha sido la principal beneficiada de las turbulencias.
La capital española superó a Cataluña como la región con mayor PIB de 2017 a 2020. La inversión extranjera se ha ralentizado en Cataluña desde 2017, mientras crece en Madrid.
El Gobierno catalán defiende su trayectoria económica. La consejera de Acción Exterior, Meritxell Serret, que formó parte del Gobierno de 2017, dijo que los movimientos corporativos tuvieron una motivación política en su mayoría y "no han tenido grandes efectos desde el punto de vista económico".
Serret destacó un desempleo menor que el de Madrid y la media española y unos sectores industriales y tecnológicos fuertes.
Junqueras insistió en que el movimiento separatista catalán sigue siendo fuerte, señalando el aumento de diputados independentistas en la última década.
Junqueras también señaló que la comunidad internacional recomendaba un enfoque más conciliador, aunque los partidarios más acérrimos del movimiento independentista no estén de acuerdo.
Al igual que Escocia, el movimiento independentista de Cataluña aspira ahora a otro referéndum, esta vez con la aprobación del Gobierno español. Pero, al igual que en el caso de la apuesta escocesa y la reacción del Gobierno británico, España ha rechazado hasta ahora la propuesta.
"Nuestra apuesta pasa por la negociación desde el convencimiento de que la negociación es una buena herramienta política para resolver conflictos políticos", dijo Junqueras.