Al menos cinco policías han muerto durante los ataques del martes.
PUBLICIDADLas réplicas en las calles ecuatorianas del narcotráfico y la violencia en las cárceles son cada vez mayores. El martes al menos cinco policías murieron en una oleada de atentados y funcionarios de prisiones fueron retenidos.
El presidente del país, Guillermo Lasso, ha decretado el estado de excepción durante 45 días y el toque de queda a partir de las nueve de la noche en las provincias de Guayas y Esmeraldas. "Estos actos de sabotaje y terrorismo son, por así decirlo, una declaratoria de guerra abierta contra el Estado de Derecho, el gobierno y contra todos ustedes, los ciudadanos", ha dicho el mandatario.
Los ataques estaban motivados por el traslado de presos desde la cárcel de Guayas 1 y la indignación de aquellos que estaban prisiones de destino. Familiares de los condenados rechazan la medida que las autoridades defienden alegando que pretenden evitar hacinamientos.
"¿Qué quieren, que haya otra vez otra masacre? Para venir con su cara y lavarse las manos, y nosotros nos quedamos con un dolor tan grande en nuestros corazones. ¿Quién nos devuelve eso?", se pregunta la madre de un preso.
La crisis en las cárceles de Ecuador se atribuye a bandas de delincuentes, también vinculadas al narcotráfico. El país se ha convertido en los últimos años en un sitio de paso fundamental para la distribución a Estados Unidos y Europa.
Desde el año pasado, 61 policías han sido asesinados, la tasa de homicidios se ha duplicado. y las cantidades de estupefacientes incautadas alcanzan cifras récord.