Había sido condenado a muerte por espiar para los servicios de inteligencia británicos, el M16 a cambio de un millón ochocientosmil euros, según las autoridades judiciales iraníes.
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Irán ejecuta a un ciudadano británico-iraní, el exviceministro de Defensa Alireza Akbari. Había sido condenado a muerte por espiar para los servicios de inteligencia británicos, el M16 a cambio de un millón ochocientosmil euros, según las autoridades judiciales iraníes.
Los llamamientos para detener su ahorcamiento no han logrado paralizarlo.
“Irán no debe continuar con la brutal amenaza de ejecución”, afirmó ayer el ministro británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly. “Estamos siguiendo de cerca el caso de Alireza Akbari”, añadió.
Por su parte, Estados Unidos exigió ayer la liberación inmediata del exviceministro de Defensa.
"Estados Unidos se hace eco del firme llamamiento del Gobierno británico para que Irán no proceda a esta ejecución y libere inmediatamente al señor Akbari", defendió en rueda de prensa el viceportavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel.
La llamada "diplomacia de los rehenes" que practica la República Islámica de Irán utiliza a presos, generalmente de doble nacionalidad, para presionar a otros países a realizar intercambios de prisioneros.
Al menos cuatro personas han sido ejecutadas por su participación en las protestas que sacuden Irán desde la muerte bajo custodia policial de Mahsa Amini, y 17 han sido condenadas a la horca.
Teherán ha acusado a Estados Unidos, Israel, Reino Unido, Francia y Alemania de estar detrás de las manifestaciones, en las que también han muerto cerca de 500 personas en la represión policial.