El presidente Emmanuel Macron alega que los cambios son necesarios para que el sistema de pensiones sea financieramente viable, ya que la esperanza de vida ha aumentado.
PUBLICIDADEn Francia se han producido importantes huelgas desde que el Gobierno anunció sus planes de aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años.
El presidente Emmanuel Macron alega que los cambios son necesarios para que el sistema de pensiones sea financieramente viable, ya que la esperanza de vida ha aumentado.
En la mayoría de los países de la Unión Europea, donde se espera que los ciudadanos trabajen más allá de los 64 años, a muchas personas les cuesta entender las protestas.
La reportera de Euronews, Monica Pinna, ha hablado con activistas y expertos para tratar de ofrecer una visión más clara.
Aumento de las desigualdades
Una de las principales críticas a la reforma es que penaliza a las personas con empleos físicamente exigentes, ya que les resultará más difícil trabajar durante más tiempo.
Además, los denominados ‘trabajadores manuales’ suelen tener ingresos más bajos, lo que va unido a una menor esperanza de vida. Esto significa que, si un obrero se jubila a los 64 años, potencialmente, tendrá menos años para disfrutar de su jubilación con buena salud.
En una manifestación en Lyon, Monica Pinna conoció a Salim Ouagued, un hombre de 60 años que trabaja como mensajero en una empresa de capital estadounidense.
"El ritmo de trabajo aumenta", afirma. "Pero… nuestros cuerpos no pueden seguir ese ritmo. Por eso es difícil trabajar hasta los 60 años y más", añade.
"Se nos pide que no disfrutemos de nuestras familias. No hay nada relacionado con el aspecto humano en sus cálculos", concluye.
¿Saldrán perdiendo las mujeres?
Las mujeres también afirman que se verán desproporcionadamente afectadas, ya que muchas interrumpen su carrera profesional para poder tener hijos. Esto suele ir seguido de un trabajo a tiempo parcial, lo que significa que pueden tardar más en alcanzar el número de tiempo de cotización necesario para tener acceso a una pensión completa.
El Gobierno de Macron afirma que su reforma reducirá las desigualdades existentes al aumentar la pensión mínima. Los críticos con la medida señalan que no está claro quién podrá acogerse a ella.
Con las normas actuales, las pensiones de las mujeres francesas ya son inferiores a las de los hombres en un 40 %, ya que la desigualdad salarial repercute en la jubilación.
¿Otras vías de reforma?
La reportera viajó a París para hablar con Bruno Palier, experto en sistemas de pensiones, en la Facultad de Ciencias Políticas.
Profundo conocedor del asunto, Palier explica por qué algunos europeos no entienden las protestas en Francia.
"Un sueco o un alemán podrían decir: "Nunca trabajan, tienen una semana laboral de 35 horas, siempre están de vacaciones…". Pero, en realidad, existe esta densificación de la carga de trabajo. Eso significa que, ciertamente, existen menos años trabajados, menos gente empleada. Y, como resultado, los que trabajan… tienen que trabajar más", señala el doctor en Ciencias Políticas.
Así, sugiere que, en lugar de aumentar la edad de jubilación, Macron podría equilibrar las cuentas, aumentando la cantidad pagada en cotizaciones sociales.
"Pero es obvio que el Gobierno no quiere hacer eso. Se trata de un tema tabú", añade.
De momento, la lucha continúa, ya que los sindicatos planean huelgas a lo largo de todo el mes de marzo de 2023.