Stoltenberg ha dejado clara su intención de no renovar, pero está por ver que los distintos Estados miembros no le animen a seguir en el cargo
PUBLICIDADHa sido, desde el 1 de octubre de 2014, la cara de la OTAN: el ex primer ministro noruego Jens Stoltenberg.
Pero desde hace más de dos años, se viene debatiendo entre bastidores la necesaria cuestión de su sucesor. Él mismo había anunciado su retirada del cargo de secretario general de la OTAN para finales de 2022, ya que quería pasar a dirigir el Banco Central Noruego.
La alianza militar transatlántica pidió entonces a Stoltenberg, de 64 años, que continuara en el cargo, en pro de la estabilidad y en plena invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia. Stoltenberg aceptó prorrogar su mandato por tercera vez.
Esta vez, Stoltenberg ha dejado clara su intención de no renovar. Quiere volver a su país de origen, como ha subrayado en varias ocasiones. De nuevo, está por ver que los miembros de la OTAN le dejen ir sin más.
Jamie Shea, ex subsecretario general adjunto para los Nuevos Desafíos a la Seguridad de la OTAN y miembro del think tank Chatham House, cree no obstante que será difícil convencer al noruego de que prolongue una vez más su mandato:
"Ha dejado claro que su mandato termina el 30 de septiembre, y que tiene la intención de dimitir", recuerda Shea. "Ha sido prorrogado tres veces, lo cual es algo bastante único para un secretario general de la OTAN, al menos en los tiempos modernos".
"La OTAN celebrará una cumbre dentro de un mes en Vilna, Lituania", añade el experto, "y me imagino que, si es posible, a la Alianza le gustaría presentar entonces al nuevo secretario general ante la audiencia mundial".
Quién y por qué
Que el rostro de la alianza militar debe tener peso político y experiencia de gobierno se da por sentado. Por supuesto, también debe tener habilidades diplomáticas, buena comunicación y capacidad de gestión. Shea explica de manera clara cómo el cargo en cuestión no es apto para cualquiera.
"La OTAN es una familia de 31 países democráticos, y todos tienen sus intereses. No siempre están de acuerdo en todo, ni coinciden. Así que la orquesta no toca sola. Necesitas un buen director para que la orquesta siga tocando armoniosamente, y por tanto necesitas un buen diplomático".
"Lo segundo es que necesitas un buen comunicador", continúa Shea. "¿Por qué es necesaria la OTAN hoy en día? ¿Por qué gastar más en defensa cuando hay tantas otras prioridades económicas? ¿Por qué debemos seguir ayudando a Ucrania con tanto dinero y material? La comunicación es importante".
"Y en tercer lugar, se necesita un buen gestor, se necesita un buen administrador", añade el experto. "La OTAN es una gran burocracia. No tiene el tamaño de las Naciones Unidas o la Unión Europea, pero aun así posee un gran personal internacional y mucho personal militar internacional. Hay muchas agencias. Hay muchas oficinas de la OTAN en diferentes Estados miembros. Y tienes que asegurarte de que esa burocracia funciona, cumple e implementa las decisiones que los jefes de estado adoptan en las cumbres periódicas".
Candidatos y candidatas
El nombre de la primera ministra estonia, Kaja Kallas, aparece repetidamente, al igual que el de Zuzana Čaputová, presidenta de Eslovaquia. Muchos también ven en Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, una candidata adecuada. ¿Ha llegado el momento de que la OTAN tenga un rostro femenino?
"Yo sería la primera persona en dar la bienvenida con entusiasmo a un rostro femenino en la cúpula de la Alianza", afirma Shea, "para demostrar con ello que la OTAN es ahora una organización moderna, del siglo XXI. Pero, por supuesto, eso depende de las candidatas bien cualificadas que se presenten".
Tampoco ha habido todavía ningún candidato de Europa Oriental, a pesar de que muchos países de estas regiones son miembros de la OTAN desde hace mucho tiempo.
"Sin duda, tarde o temprano, creo que el Mediterráneo dirá que es su momento", opina Shea. "Pero también se puede argumentar que todavía no ha habido un secretario general de Europa Central y Oriental".
Es muy probable que Estados Unidos tenga mucho que decir en la decisión final, ya que ninguna decisión se toma en contra de su voluntad. El reciente viaje de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, a Washington, alimentó las especulaciones de conversaciones con el presidente estadounidense, Joe Biden, sobre este tema.
Lo que dificulta aún más el proceso es que debe existir consenso. Una tarea nada fácil para los 31 Estados miembros. Shea, con todo, se muestra optimista.
"Hay montones y montones de talentos ahí fuera, montones de candidatos potenciales. Así que no hay ninguna razón para que la OTAN no pueda tener una transición ordenada. Y creo que a la OTAN le interesa tener esa transición ordenada".