Las familias de los jovenes asesinados en una zona fronteriza con la Republica Democratica del Congo han comenzado a enterrar a sus muertos en el oeste de Uganda.
PUBLICIDADSon muchas las familias que buscan desesperadamente a sus hijos desaparecidos.
El viernes se produjo un brutal ataque perpetrado por hombres armados que pertenecerían a las islámicas Fuerzas Democráticas Aliadas, un grupo rebelde de lazos difusos con el autodenominado Estado Islámico.
El ataque tuvo como blanco una a una escuela de educación secundaria en el oeste de Uganda, en la localidad de Mpondwe, a unos dos kilómetros de la frontera con la República Democrática del Congo.
Al menos 41 alumnos de alumnos, alojados en dos dormitorios de un instituto de enseñanza secundaria mixta fueron masacrados y media docena secuestrados en el peor ataque de este tipo en Uganda desde 2010.
Algunos estudiantes fueron quemados otros fueron tiroteados o asesinados a machetazos.
En respuesta, el presidente ugandés, Yoweri Museveni, prometió enviar más tropas a la inestable región fronteriza entre Uganda y la República Democrática del Congo.
El asalto no fue repelido por las autoridades ugandesas, las primeras fuerzas militares llegaron cuando los atacantes ya habían huído.