Los incendios forestales han arrasado el sur de Europa, en particular Grecia y la isla italiana de Sicilia, obligando a huir a miles de personas.
PUBLICIDAD¿Están los pirómanos detrás de los devastadores incendios de Sicilia? Eso es lo que creen algunos usuarios de las redes sociales. Veamos si es cierto.
Los incendios forestales han arrasado el sur de Europa, en particular Grecia y la isla italiana de Sicilia, obligando a huir a miles de personas.
Varias cuentas de Twitter culpan a los pirómanos de Sicilia, y no al cambio climático, de provocar los mortíferos incendios, y comparten este vídeo que consideran una prueba.
Haciendo una búsqueda inversa de imágenes, hemos encontrado el vídeo original. No fue filmado en Sicilia y no tiene nada que ver con los incendios de este año.
El clip data en realidad de 2021 y fue filmado cerca de la ciudad italiana de Potenza, cerca de Nápoles.
Según informan los medios locales, el pirómano del vídeo, de 47 años, fue capturado y puesto bajo arresto domiciliario en septiembre de 2021, enfrentándose a una pena de hasta 10 años de prisión por provocar el incendio a propósito.
Sin embargo, aún está por determinar el origen de los múltiples incendios forestales que se están produciendo actualmente en toda Sicilia.
En una entrevista concedida a Sky Italia, el alcalde de la capital siciliana, Palermo, Roberto Lagalla, declaró que cree que la causa de los desastrosos incendios sólo puede ser provocada.
Pero para el presidente de la Región de Sicilia, Renato Schifani, "la situación es delicada y sin precedentes, debido a las altísimas temperaturas, combinadas con los incendios provocados, que están creando estos inmensos daños".
Según el Ministerio francés de Transición Ecológica, 9 de cada 10 incendios forestales son provocados por el hombre, la mayoría por descuido.
Pero las olas de calor y las sequías provocadas por el cambio climático están haciendo que los incendios forestales sean más frecuentes e intensos.
Según el informe del IPCC de este año, el calor y la escasez de precipitaciones han desecado grandes extensiones de terreno en toda Europa, creando las condiciones óptimas para la propagación de los incendios.