Banderas rusas ondean frente a la embajada francesa en la capital de Níger muestran el ganador geopolítico tras el golpe de estado.
PUBLICIDADMoscú disputa infuencia en África con China, Estados Unidos y la Unión Europea; y presiona con el grupo de mercenarios Wagner en la región del Sahel.
Y después del golpe militar del 26 de julio al presidente constitucional Mohamed Bazoum, el destino de la antigua colonia francesa sigue siendo poco claro.
El grupo Wagner estaría dispuesto a ayudar a los golpistas
Alex Vines, director del departamento de África en el centro de estudios británico Chatham House asegura que: "Rusia está buscando oportunidades en la región. Ya está muy comprometido en Malí en sociedad con la junta allí. [...] Y aunque Rusia, a través de su ministro de Asuntos Exteriores, el señor Lavrov, ha condenado el golpe de estado en Níger y ha pedido que se devuelva el orden constitucional, y Rusia también apoyó una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU, en ese sentido el viernes pasado, la fundación miembro del grupo mercenario Wagner, el señor Prigozhin, ha acogido con satisfacción el golpe, diciendo que es un movimiento contra el imperialismo neocolonial y ofrece su apoyo a los golpistas en Niamey".
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental advirtió a la junta militar de Níger que o cede el poder el domingo 6 de agosto o afrontará sanciones extremas y un posible uso de la fuerza.
Pero algunos analistas ven mayores amenazas para Níger en el fanatismo yihadista que podrían atacar de nuevo aprovechando el desconcierto tras el golpe.
Lauriane Devoize, profesora visitante del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, asegura que "Lo que está en juego es regional [...] cualquier desestabilización política ayudaría a los yihadistas a progresar en algún momento [...] Y Níger tiene un lugar central para que el yihadismo lo use desde Malí o Burkina o incluso Libia".
La estabilidad y la paz bajo el presidente Bazoum era considera por Occidente como un bálsamo en África.
Niamey trabajó con París y otros aliados europeos para frenar el radicalismo islamista y la inmigración no autorizada.
Devoize, miembro asociada del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores explica : "Níger es un aliado clave para todos los europeos involucrados en el Sahel. Tienes a Alemania presente, Bélgica, Italia [...] Y lo que es interesante en Níger, también representa lo que la Unión Europea quiere hacer con los africanos en estos desafíos".