El ayuntamiento planea prohibir los patinetes electricos en algunas zonas de la ciudad, al igual que hizo con los seagways.
PUBLICIDADEn Praga hay al menos cientos de ellos, pero es más probable que sean miles. Nadie sabe el número exacto. Su auge comenzó justo después de la pandemia, cuando turistas de todo el mundo volvieron a viajar a República Checa. Y es justo este grupo quien los emplea más como una atracción que como un transporte.
"Las infracciones más comunes que cometen los conductores de patinetes son circular por la acera, atravesar un paso de peatones o circular en sentido contrario. No conocen las normas de circulación y, por desgracia, a menudo conducen bajo los efectos del alcohol.", Explica la portavoz de la Policía Municipal de Praga, Jirina Ernestova.
La policía municipal tramitó hasta agosto 13 000 infracciones, el doble que en todo el año pasado. Aumentan los accidentes y las lesiones. La dirección del barrio histórico de Praga tiene intención de prohibir por completo los patinetes en su zona, igual que ha hecho con otros vehículos similares. Pero con los patinetes es más complicado.
"De momento no hay ninguna ley que nos permita prohibirlos", lamenta Zdenek Hrib, teniente alcalde de Praga. Tampoco hay aparcamientos de patinetes, por lo que pueden dejarse en la acera justo delante del Ayuntamiento. "Sería óptimo que las ciudades tuvieran el poder de decir qué quieren realmente en su terreno y cómo, y hacerlo de forma sencilla y transparente", afirma el teniente alcalde.
Los avances tecnológicos vuelven a adelantarse a la legislación y el Ayuntamiento y el Ministerio de Transportes están negociando la mejor manera de regular la situación antes de la próxima temporada turística.
Los concejales de Praga siguen buscando una solución para prevenir y contrarrestar la circulación y el estacionamiento incontrolados de patinetes en las carreteras y aceras de la capital.