Los esfuerzos militares de Ucrania en la región oriental de Jersón dificultan la capacidad de Rusia para responder a este frente sin descuidar otros focos de atención
PUBLICIDADEl mando militar ruso podría enfrentar dificultades para redistribuir efectivos de combate de manera eficaz ante las operaciones ucranianas en la región oriental de Jersón, sostiene el ISW (siglas en inglés del think tank "Instituto para el Estudio de la Guerra").
Las dificultades de Rusia para conciliar un posible refuerzo en el frente oriental de Jersón con las operaciones en curso en Zaporiyia (mientras mantiene también otros esfuerzos ofensivos en el este de Ucrania), podrían suponer un contratiempo para la estrategia militar de Moscú, según este análisis.
Las últimas informaciones indican que las fuerzas rusas siguen acumulando efectivos para sostener sus esfuerzos ofensivos cerca de Avdivka y en las regiones de Járkov y Lugansk.
Cualquier posible nuevo despliegue ruso en dirección a Jersón podría degradar su capacidad para sostener estas otras operaciones.
Blogueros especializados rusos afirmaron que las fuerzas ucranianas establecieron control sobre nuevas posiciones en Krynky (a 30 km de la ciudad de Jersón) y llevaron a cabo asaltos hacia posiciones rusas al sur y suroeste del asentamiento, avanzando hacia zonas boscosas al sur.
Blogueros rusos afirmaron a su vez que las fuerzas ucranianas también lanzaron ataques cerca de Poyma, a 12 km de Jersón, y también cerca de Pishchanivka y Pidstepne. Además, están tratando de establecer posiciones entre Pidstepne y Kozachi Laheri.
El ISW se refiere a observadores militares ucranianos que afirman que las fuerzas ucranianas controlan posiciones desde el puente ferroviario Antonivsky, al norte de Poyma, hasta el puente de carretera Antonivsky, al norte de Oleshky.