Irán afirma haber lanzado ataques contra lo que denomina bases rebeldes en Pakistán. Lo hace después que la madrugada de este martes atacase en Irak y Siria. Proyectiles cayeron cerca del consulado de Estados Unidos en Erbil, capital de la región kurda semiautónoma de Irak.
PUBLICIDADIrán lanzó ataques el martes en Pakistán contra lo que describió como bases del grupo militante Jaish al-Adl, según informaron los medios de comunicación estatales, lo que podría elevar aún más las tensiones en un Oriente Próximo ya agitado por la guerra de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza.
La confusión siguió a los anuncios, ya que algunos de los informes desaparecieron rápidamente. Sin embargo, cualquier ataque dentro de Pakistán, país dotado de armas nucleares, amenazaría las relaciones entre ambos países, que desde hace tiempo se miran con recelo aunque mantienen relaciones diplomáticas.
El ataque denunciado se produce después de los ataques iraníes en Irak y Siria. Irán disparó varios misiles contra lo que aseguró que era el “cuartel general de espionaje” israelí del Mosad en Irak.
Los proyectiles cayeron cerca del consulado de Estados Unidos en Erbil, capital de la región kurda semiautónoma de Irak. Cuatro civiles murieron y seis resultaron heridos, algunos de ellos se encuentran en estado crítico.
La Guardia Revolucionaria de Irán justificó los ataques como respuesta a lo que definió como "recientes crímenes cometidos contra la República Islámica". Estados Unidos condenó los ataques calificándolos de "imprudentes e imprecisos".
No hay heridos entre el personal estadounidense en Irak y Siria ni daños a las instalaciones estadounidenses, aseguró el portavoz de la Casa Blanca. Los ataques se producen en un momento de intensas tensiones en la región y temores de una ampliación de la guerra de Israel en Gaza.
Desde el estallido de la guerra entre Israel y Hamás el 7 de octubre, las milicias respaldadas por Irán en Irak han lanzado ataques con drones casi a diario contra bases que albergan a fuerzas estadounidenses en Irak y Siria.
Lo presentan como una represalia por el apoyo de Washington a Israel y un intento de obligar a las tropas estadounidenses a abandonar la región.