Según el Gobierno israelí, varios de sus efectivos entraron en el hospital Ibn Sina, de la septentrional ciudad de Yenín a primera hora del martes, donde dispararon y terminaron con la vida de tres milicianos de Hamás.
PUBLICIDADSoldados de las Fuerzas de Defensa de Israel han matado a tres militantes de Hamás en un asalto a un hospital de Cisjordania. Un lugar en el que la violencia ha aumentado desde el estallido de la guerra en la Franja de Gaza.
Según el Gobierno israelí, varios de sus efectivos entraron en el hospital Ibn Sina, de la septentrional ciudad de Yenín a primera hora del martes, donde dispararon y terminaron con la vida de los tres milicianos.
El grupo palestino ha señalado que los fallecidos eran tres de sus miembros. Las autoridades de Israel han señalado que los milicianos abatidos utilizaban el hospital como escondite, y que al menos uno de ellos planeaba un atentado.
El Ministerio de Sanidad palestino señala que los sodados israelíes abrieron fuego dentro de las salas del hospital, y pide a la comunidad internacional que pusiera fin a las operaciones de Israel en hospitales.
El Gobierno de Netanyahu indica que "durante mucho tiempo, los sospechosos buscados se esconden en hospitales y los utilizan como base para planificar actividades terroristas y llevar a cabo ataques, asumiendo que la explotación de los hospitales les servirá como protección de la actividad antiterrorista de las fuerzas de seguridad israelíes".
Disfrazados de médicos, enfermeros y mujeres para llevar a cabo la operación
Para la operación, que se llevó a cabo en apenas unos minutos, efectivos de Israel se infiltraron en el hospital vestidos de médicos, enfermeros y mujeres palestinas.
Una vez dentro del centro médico, se dirigieron al tercer piso, donde se encontraban los milicianos, y los mataron mientras dormían con armas equipadas con silenciadores, según detalles publicados en medios de comunicación hebreos y palestinos.
Neutralizar a Mohamed Jalamneh, de 27 años, era el gran objetivo de este operativo conjunto del Ejército, la Policía de fronteras y el Shin Bet.
Al parecer, Jalamneh habría transferido armas y municiones a otros milicianos para "promover ataques a tiros, y planeaba un atentado inspirado en la matanza del 7 de octubre".
Importante miembro de Hamás, llevaba tiempo residiendo en el campo de refugiados de Yenín, bastión del movimiento miliciano en Cisjordania, mantenía contacto con el liderazgo de Hamás en el exterior e incluso había resultado herido en un intento fallido de atentado con coche bomba, indicó un portavoz militar.
Junto a él, se escondían dentro del hospital los hermanos Ghazawi, vinculados a la Yihad Islámica, nacidos en el campo de refugiados de Yenín, e involucrados en "actividad terrorista" en el área, según la información israelí. Mohamed y Basel Al-Ghazawi son los otros dos milicianos abatidos.
Entretanto, la catástrofe humanitaria que se está produciendo en la Franja de Gaza continúa. Algunos países han suspendido la financiación de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, ante las acusaciones de que 12 de los alrededor de 13.000 empleados que tiene la organización en Gaza participaron, de alguna forma, en los ataques contra israel que se produjeron el 7 de octubre, y que desencadenaron la posterior guerra.
En los ataques de Hamás fallecieron en torno a 1.200 personas, en su mayoría civiles. Además, en torno a 250 ciudadanos fueron secuestrados, según las autoridades israelíes.
La guerra de Israel contra Hamás en Gaza ha causado la muerte de más de 26.000 personas en Gaza, la mayoría mujeres y menores, según el Ministerio de Sanidad del territorio gobernado por Hamás.
Las conversaciones sobre un alto el fuego están en curso, pero las autoridades israelíes sostienen que sigue habiendo "importantes lagunas" en cualquier posible acuerdo.
El diálogo entre todas las partes implicadas, pretende dar un respiro a Gaza y garantizar la liberación de los más de 100 rehenes israelíes que siguen en manos de los militantes de Hamás en la Franja de Gaza.