El ataque se produce después de que Estados Unidos y Alemania autorizaran recientemente a Ucrania a atacar algunos objetivos en suelo ruso con las armas de largo alcance que suministran a Kiev.
PUBLICIDADUcrania ha atacado Rusia este sábado dañando su caza más moderno, el Su-57. Según Kiev, sus fuerzas alcanzaron un avión de combate polivalente estacionado en la base aérea de Akhtubinsk, en el sur del país, a casi 600 kilómetros de la línea del frente. La distancia del aeródromo de Ucrania hace pensar que el ataque se realizó con aviones no tripulados.
El ataque se ha producido después de que sus aliados occidentales, Estados Unidos y Alemania, permitieran a Ucrania utilizar sus armas para ataques limitados dentro de Rusia, un permiso que ha generado un dilema en el seno de la OTAN. Ucrania ya ha utilizado armas estadounidenses para atacar dentro de Rusia en virtud de unas directrices recientemente aprobadas por el Presidente Joe Biden que permiten el uso de armas estadounidenses con el propósito limitado de defender Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania.
El principal servicio de inteligencia militar de Kiev compartió fotos por satélite que, según dijo, mostraban las secuelas del ataque. De confirmarse, sería el primer ataque con éxito conocido de Ucrania contra un avión de combate Su-57, un caza furtivo bimotor alabado como el avión militar más avanzado de Moscú. En una foto pueden verse marcas negras de hollín y pequeños cráteres que salpican una franja de hormigón alrededor del avión aparcado.
Silencio por parte del Kremlin
Moscú no se ha pronunciado sobre el ataque. Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que sus fuerzas derribaron tres aviones no tripulados ucranianos en la región de Astracán, donde se encuentra la pista de aterrizaje de Akhtubinsk.
Desde la invasión a gran escala de Moscú hace más de dos años, Kiev ha aumentado la producción nacional de aviones no tripulados y los ha utilizado para atacar en el interior de Rusia, incluida una terminal de gas cerca de San Petersburgo, situada a más de 1.000 kilómetros al norte de la frontera ucraniana.
En otros lugares, las fuerzas ucranianas siguieron atacando con drones las regiones fronterizas del sur de Rusia, según funcionarios rusos locales.
Tres drones alcanzaron la provincia de Bélgoroda última hora del sábado, dañando una línea eléctrica y reventando ventanas, pero sin causar víctimas, según el gobernador Vyacheslav Gladkov. El Ministerio de Defensa ruso dijo que otro dron fue derribado sobre la cercana región de Bryansk.
En las provincias ucranianas situadas en primera línea de combate, los bombardeos rusos mataron al menos a tres civiles e hirieron al menos a otros nueve el sábado y durante la noche, según informaron las autoridades regionales. Un hombre murió y dos mujeres resultaron heridas en el pueblo de Khotimla, en la región ucraniana de Járkov (noreste), donde los bombardeos dañaron la escuela local, un edificio del ayuntamiento y una tienda, según informó el gobernador Oleh Syniehubov.
Las tropas ucranianas siguen librando intensos combates en la zona para tratar de repeler a las fuerzas rusas, tras una ofensiva de Moscú de varias semanas de duración que hizo temer por Járkov y provocó una oleada de evacuaciones de civiles.