El incendio se produjo el viernes por la noche en un hospital de la ciudad de Jhansi, donde estaban siendo tratados 55 bebés. 45 de ellos fueron rescatados y están recibiendo atención médica, dijo Bimal Kumar Dubey, un funcionario local.
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Las autoridades dijeron que el incendio se había propagado rápidamente por el pabellón de recién nacidos, pero no estaba claro de inmediato qué lo había provocado. Brajesh Pathak, viceministro jefe del Estado, visitó el hospital y se reunió con las familias el sábado. Prometió apoyo gubernamental a las familias de las víctimas y prometió una investigación exhaustiva.
"Identificaremos a los responsables de esta tragedia y tomaremos medidas estrictas. El Gobierno está con las familias en este momento difícil", afirmó. Cuando llegaron los Bomberos, el pabellón estaba envuelto en llamas y columnas de humo. Los rescatadores tuvieron que romper las ventanas para llegar a los recién nacidos. Testigos presenciales dijeron que la operación de rescate comenzó unos 30 minutos después de que estallara el incendio, lo que retrasó las tareas de evacuación.
El accidente ha suscitado dudas sobre las medidas de seguridad del hospital. Aunque se habían instalado alarmas contra incendios en la unidad de cuidados intensivos, los padres y los testigos afirmaron que no se activaron durante el incendio. El personal del hospital actuó sólo después de ver señales de humo y fuego.
Akhtar Hussain, cuyo hijo fue rescatado y está recibiendo tratamiento en una sala adyacente, estuvo de acuerdo en que la tragedia podría haberse evitado si el hospital tuviera mejores protocolos de seguridad.
Los incendios son habituales en la India, donde los constructores y los residentes suelen incumplir las leyes de construcción y las normas de seguridad. El mantenimiento deficiente y la falta de equipos adecuados para combatir incendios en el país también provocan muertes.