Las autoridades lituanas revelaron que se habían descubierto 6 kg de explosivos durante los registros policiales en todo el continente. Se cree que la red había ocultado artefactos explosivos de fabricación casera, que contenían termita.
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15 personas han sido acusadas de una presunta operación respaldada por Rusia que planeaba ataques incendiarios en toda Europa a través de servicios de mensajería, según ha informado la Fiscalía lituana. En un comunicado emitido el miércoles, la Fiscalía General de Lituania, con sede en Vilna, informó de que las investigaciones habían revelado que sospechosos vinculados al GRU, el servicio de inteligencia militar ruso, habían dirigido las operaciones.
Entre los sospechosos había ciudadanos de Rusia, Lituania, Letonia, Estonia y Ucrania. Se cree que la red había ocultado artefactos explosivos de fabricación casera, que contenían la sustancia altamente inflamable termita, en el interior de almohadas de masaje y tubos de cosméticos.
Algunos de estos artefactos incendiarios explotaron el año pasado en el Reino Unido, Alemania y Polonia mientras eran transportados por los servicios de mensajería DHL y DPD. Según los fiscales, un miembro de la red envió cuatro paquetes el 19 de julio de 2024.
Dos de ellos fueron enviados en aviones de carga de DHL al Reino Unido, donde uno explotó en un almacén de la empresa de mensajería en la ciudad inglesa de Birmingham. El otro no detonó debido a un defecto técnico, según la Fiscalía general lituana.
Otro par de paquetes fueron enviados a Polonia por DPD, incendiándose uno en un centro logístico de la ciudad alemana de Leipzig y el otro en un camión de reparto que circulaba por Polonia.
Aunque las autoridades lituanas no especificaron cuántas detenciones se habían practicado en relación con estos incidentes, confirmaron que se habían emitido órdenes de detención internacionales contra tres personas. Se llevaron a cabo más de 30 registros en Lituania, Polonia, Letonia y Estonia, en los que se descubrieron seis kilogramos de explosivos, añadieron.
Los investigadores también dijeron que algunos de los sospechosos estuvieron implicados en un incendio provocado en una tienda de Ikea en la capital lituana, Vilna, en 2024. Las autoridades lituanas habían sugerido anteriormente que los artefactos explosivos enviados por Europa el año pasado eran un ensayo de un complot ruso para atentar contra aviones de carga con destino a Norteamérica.