El virus del sarampión está reapareciendo: a finales de noviembre se confirmaron nuevos casos de esta enfermedad, ahora poco frecuente, en Podkarpacie. El 2 de diciembre, el servicio sanitario informó de que se habían notificado otros 26 casos relacionados con un brote en la misma región.
Aunque hoy en día la incidencia del sarampión parece baja, el número de casos aumenta desde hace varios años. Los últimos casos afectan a tres distritos de la región de Podkarpacie: Rzeszów, Ropczycko-sędziszowski y Tarnobrzeski.
Vuelve el sarampión: nuevos casos en Polonia
En 2025, el número de contagios de sarampión en Europa alcanzó su nivel más alto de los últimos 25 años. Como informó la Agencia de Prensa Polaca a finales de julio, citando datos del Instituto Nacional de Higiene, en el primer trimestre de 2025 se registraron 34 casos de la enfermedad. La cifra aumenta ahora rápidamente, con hasta 15 nuevos contagios de sarampión notificados en la región de Podkarpacie durante la semana pasada.
El sarampión es una enfermedad infecciosa transmitida por gotitas. El periodo de incubación es de una media de 10-12 días. Los síntomas incluyen fiebre alta, tos y secreción nasal, así como manchas y pápulas características en la piel. También se presenta fotofobia.
¿Por qué ha resurgido el sarampión en Polonia? Los expertos apuntan en primer lugar a una disminución del número de vacunaciones (incluida una interrupción del calendario de vacunación durante la pandemia de la COVID-19).
Como podemos leer en la página web de la Estación Sanitaria y Epidemiológica Provincial de Rzeszów, la vacunación contra el sarampión ofrece una eficacia superior al 95%. "Tras recibir dos dosis de la vacuna, al menos el 95% (90-98%) de los niños están protegidos contra el sarampión", asegura la sanepid.
Vacunación y desinformación
Sin embargo, a pesar de la información oficial, los niveles de vacunación en Polonia están descendiendo. Según el portal de información sobre vacunación, gestionado por el Instituto Nacional de Salud Pública - PZH y el Instituto Nacional de Investigación, el porcentaje de niños vacunados contra el sarampión, las paperas y la rubéola se ha mantenido por debajo del nivel recomendado desde 2016.
Los expertos señalan que una de las razones de esto es, entre otras, la narrativa antivacunas, que ha ido creciendo en fuerza desde la pandemia de Covid-19. Como escribe el Instituto Nacional de Investigación NASK, esta estrategia tiene una larga historia y está vinculada al contexto científico de investigaciones poco fiables sobre el autismo. Aunque se ha demostrado que el autor del estudio que sugería una correlación entre la aparición del autismo y la vacunación ha sido objeto de numerosos abusos, estas afirmaciones siguen siendo reproducidas por los opositores a la vacunación.
Una de las principales afirmaciones que pueden distinguirse en esta narrativa es la relativa a la seguridad de la vacunación, escribe NASK. "La coincidencia (ocurrencia simultánea o cercana de varios sucesos) se interpreta a veces como una relación de causa y efecto.
Tales tesis también se ven fomentadas por el desconocimiento de los estudios sobre la seguridad de los preparados médicos, la falta de comprensión de las reacciones adversas de las vacunas o la mala interpretación de la información contenida en los prospectos de los preparados." En otras palabras, a menudo se yuxtaponen acontecimientos que se suceden para confirmar una tesis determinada, sobre todo si tienen un terreno fértil para propagarse, como en situaciones de gran agitación social y fenómenos mundiales.
Sin embargo, la seguridad de las vacunas se somete a pruebas exhaustivas, y la información sobre el proceso puede encontrarse en sitios web oficiales de medicina o del gobierno. Los expertos animan a la población a consultar la información en los sitios oficiales.
El sarampión es una de las enfermedades más infecciosas del mundo. Aunque su tasa de mortalidad es baja en los países desarrollados, las complicaciones pueden provocar neumonía o encefalitis.
Los expertos instan a que, si sospecha que tiene la enfermedad o ha estado en contacto con una persona infectada, se ponga en contacto con su médico antes de acudir a un centro médico.