En colaboración con expertos del Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional, la Fundación para la Defensa de las Democracias ha publicado una nueva evaluación del alcance de los daños infligidos a las instalaciones nucleares de Irán en los ataques de EE.UU. e Israel durante la guerra de 12 días.
Según esta nueva evaluación, basada en un análisis sistemático de la cadena de suministro del programa nuclear y en informes separados sobre el estado de las instalaciones nucleares de Irán, los ataques estadounidenses e israelíes, si bien no han eliminado por completo el programa nuclear de Irán, han creado importantes obstáculos y dificultades en la cadena de suministro y en los pasos para obtener un arma nuclear.
Antes de los ataques de junio, Teherán estaba a solo unos meses de poder construir un arma nuclear, dijeron los expertos. Irán poseía las instalaciones clave necesarias y había producido suficiente uranio enriquecido que, de ser enriquecido al nivel de las armas nucleares, bastaría en un mes para construir 11 armas nucleares y en cinco meses para construir un máximo de 22 armas nucleares.
Los informes también sugerían que el Irán estaba trabajando para acelerar su capacidad de convertir el material en armas y fabricar armas, y que un equipo de científicos estaba trabajando en varios proyectos para proporcionar los preparativos necesarios en caso de que el líder de la República Islámica, Ali Jamenei, emitiera un decreto final.
Según esta evaluación, los ataques estadounidenses e israelíes han creado serios obstáculos en la cadena de suministro e infligido graves daños a la maquinaria y las instalaciones necesarias para producir armas nucleares, así como a las reservas de uranio enriquecido de Irán.
Según estos expertos, los ataques han destruido por completo la ruta iraní de producción de plutonio apto para armas. Además de destruir equipos, instalaciones clave y la capacidad de producir combustible nuclear, Israel desmanteló los centros administrativos del programa nuclear de Irán y a los científicos nucleares, lo que impidió a Teherán adquirir un arma nuclear.
Lógica de la cadena de suministro: el enriquecimiento no consiste solo en centrífugas
Según los expertos, el esfuerzo por producir un arma nuclear depende de una cadena interconectada de capacidad de conversión de uranio, infraestructura de enriquecimiento, producción e investigación y desarrollo de centrifugadoras, instalaciones especializadas relacionadas con la fabricación de armas, así como redes de suministro capaces de importar componentes sancionados de forma generalizada.
Según una investigación del Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional basada en imágenes de satélite, las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahan han sufrido grandes daños y, como resultado, la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán se ha reducido considerablemente.
Por lo tanto, parece que el Irán no tiene actualmente la capacidad de enriquecer "a alto nivel" ni de producir en masa centrifugadoras de gas. Las instalaciones clave para el enriquecimiento, la producción de hexafluoruro de uranio (UF6) y la investigación, la producción y el desarrollo de centrifugadoras han sufrido graves daños o han sido destruidas.
En otras palabras, aun suponiendo que el Irán haya conservado sus conocimientos técnicos y su motivación, su capacidad práctica para producir material fisible y adquirir armas ha tropezado con serios obstáculos al eliminar los principales circuitos industriales.
¿Qué sectores fueron los que más se debilitaron?
Complejo de enriquecimiento de Natanz: Según informes del Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional, la instalación nuclear de Natanz ha sufrido grandes daños. Por lo tanto, no se observa ninguna actividad de restauración significativa y la infraestructura clave asociada a las operaciones de enriquecimiento ha sido destruida y no reemplazada.
- INSTALACIÓN NUCLEAR DE ISFAHÁN: Según el instituto de Ciencia y Seguridad Internacional, las instalaciones de conversión de Uranio y los edificios relacionados con la producción de uranio enriquecido han sufrido importantes daños. Según el instituto, estas dos capacidades desempeñan un papel importante en la continuación del ciclo avanzado del combustible y en las posibles rutas para lograr un arma nuclear. Además, según el instituto, los esfuerzos de Irán por reforzar la entrada a uno de los túneles de entrada a la instalación parecen estar dirigidos a proteger los activos que considera valiosos.
- PLANTA DE PRODUCCIÓN DE CENTRÍFUGAS DE KARAJ (TABA/TESSA): Según esta evaluación, la planta de producción de TABA/TESSA en Karaj "sigue en ruinas" y, desde el ataque, no ha habido indicios de que se esté intentando limpiarla o repararla. Las instalaciones habrían desempeñado un papel importante si Teherán hubiera estado dispuesto a reemplazar rápidamente las centrifugadoras destruidas en los ataques.
- LA VÍA DEL PLUTONIO: Según el informe, estos ataques prácticamente han bloqueado el camino para lograr una bomba nuclear a través del plutonio. La planta de agua pesada Khandab de Arak y el reactor en construcción fueron demolidos, y el Irán perdió la capacidad de producir plutonio apto para armas.
¿Dónde están las reservas de uranio enriquecido?
Incluso en esta nueva evaluación, la gran pregunta es el destino del uranio iraní, con una riqueza de hasta el 60%. El destino de la reserva aún se desconoce, según el Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional.
La misma ambigüedad ha llevado a diferentes estimaciones y evaluaciones sobre el resultado de los ataques de junio contra las instalaciones nucleares de Irán. Un grupo de analistas considera que el uranio enriquecido enterrado o inaccesible y la capacidad de conversión destruida son impedimentos a largo plazo para el programa nuclear de Irán. Mientras que el otro grupo se centra en la capacidad de Irán de retener parte de su uranio enriquecido o transferirlo, así como de reconstruir la capacidad nuclear en otros lugares.
"Probablemente parte del uranio enriquecido esté en Natanz"
Según el Instituto para la Ciencia y Seguridad Internacional, basándose en imágenes de satélite captadas el 13 de diciembre en las instalaciones de ensayos de enriquecimiento de uranio del complejo de Natanz, se instalaron paneles en la estructura antidrones para cubrir la instalación destruida. Sin embargo, aún queda un gran agujero en el centro de la instalación, justo donde la plataforma protectora estaba agrietada y dañada. Según el informe, esto sugiere que Irán quiere inspeccionar los escombros para que no estén a la vista de satélites, drones u otras herramientas de espionaje.
Según el instituto, es probable que en la instalación se guardaran unos pocos kilogramos de uranio de gran riqueza. Aunque esta cantidad es pequeña en comparación con las reservas totales de Irán, no es despreciable.
El instituto destacó que no se había observado ninguna otra actividad en Natanz y Fardu.
Perspectiva estratégica: dañado pero no desaparecido
Por lo tanto, los ataques han retrasado entre uno y dos años el programa nuclear de Irán. Si bien muchas de las instalaciones nucleares de Irán han sido destruidas, algunos sectores, como las minas de uranio (Saghand 1 y 2) y la central nuclear de Bushehr, siguen operativos.
Debido a la enorme influencia de Israel en Irán, un "salto nuclear" ahora parece imposible para Teherán, según los expertos. Sin embargo, "los conocimientos técnicos persisten". La República Islámica ha anunciado anteriormente que planea renovar su programa, lo que probablemente implicará intentar construir la instalación a una mayor profundidad de terreno.