La plataforma de alquiler vacacional ha firmado un acuerdo de 9 años con el Comité Olímpico Internacional cuya cuantía no ha sido desvelada. Reducirá la construcción de alojamientos nuevos y hará los juegos más accesibles.
Airbnb y el Comité Olímpico Internacional firman un acuerdo de colaboración de nueve años. Un pacto que no va a sustituir las villas olímpicas de los atletas, y que está dirigido al alojamiento de sus familiares y de visitantes en general.
Para el presidente del COI Thomas Bach, se trata de una asociación sostenible, pues evitará la construcción de nuevos alojamientos en las ciudades olímpicas además de dejar un legado a los anfitriones.
Un patrocinio que también permitirá a la plataforma de alquiler vacacional lavar su imagen tras numerosas polémicas y ante su posible salida a bolsa el año que viene.
Para su cofundador Joe Gebbia, será también una forma de asegurar los juegos más inclusivos y accesibles.
Airbnb ya fue espónsor local en Río de Janeiro de 2016. Según un estudio del Foro Económico Mundial, la capacidad de alojamiento de la plataforma equivalió a la de 257 hoteles y proporcionó 27 millones de euros de ingresos a los anfitriones.
No se ha especificado la cuantía de la operación, que abarcará los Juegos de verano de Tokio, París y Los Ángeles y los de invierno de Pekín y Milán-Cortina d'Ampezzo.
Una iniciativa que sitúa al gigante californiano entre los grandes patrocinadores olímpicos, como Alibaba o Coca Cola y que incluye el lanzamiento de una plataforma digital sobre "experiencias olímpicas", para promover el deporte y a los atletas.