La pérdida neta anual para el ejercicio que cerró el 31 de marzo asciende a 815 millones de euros.
Pérdidas récord para Ryanair, pero optimismo para los próximos meses.
La pandemia ha golpeado con fuerza al transporte aéreo y la aerolínea irlandesa de bajo coste no es una excepción.
La pérdida neta anual para el ejercicio que cerró el 31 de marzo asciende a 815 millones de euros. Una caída de la cifra de negocios de un 81%. Nada que ver con los datos del año precedente, en el que Ryanair logró más de 1 000 millones de euros de beneficios.
Pero la recuperación ha comenzado. Las reservas han pasado de 500 000 por semana a principios de abril a un millón y medio en la actualidad.
Al inicio de la pandemia, Ryanair recortó unos 3 000 puestos de trabajo, el 15% de su plantilla, para reducir sus costes fijos, y ahora parece que empieza a levantar el vuelo. La compañía irlandesa recuerda que varias empresas europeas no han logrado superar las turbulencias causadas por la COVID-19, como Flybe, Level o Germanwings.