La música busca nuevas fórmulas para producirse en directo durante la pandemia del Covid-19 y su desescalada hacia la normalidad.
Esta cola de gente espera ante un sex-shop para ver música en directo en un escenario singular. El artista vienés Voodoo Jürgens ha decidido compartir los beneficios de este recital con las mujeres trabajadoras del sexo, cuya precaria situación se ha agravado debido a la pandemia. La sana distancia está garantizada porque el público asiste al recital desde cabinas individuales...
"Las trabajadoras sexuales no pueden trabajar y esta es una idea muy innovadora que no me quiero perder" dice esta mujer entre el público.
"Es un poco extraño, dice esta otra vienesa. Nunca había estado en una cabina erótica. Es la primera vez, pero creo que es un gran proyecto para las trabajadoras sexuales".
Compartir los beneficios con las trabajadoras del sexo
Instalado en su plataforma giratoria de tercionelo rojo, Voodoo Jürgen se ha puesto orejitas de conejito rosas en solidaridad con las trabajadoras sexuales que ni con mascarillas, ni con teletrabajo pueden mantener distancias de seguridad.
Nietzsche tenía razón: La vida sería un error sin la música
Ópera retransmitida en directo es la apuesta de la Orquesta Sinfónica de la Radio Sueca, que no ha dejado de interpretar obras musicales durante todo el confinamiento.
Esta puesta en escena de Don Giovanni de Mozart lleva además un sistema de multicámaras en directo.
El papel de la música en tiempos de crisis
"Creo que somos los únicos que no dejamos de trabajar en ningún momento, somos la única orquesta que no ha dejado de tocar durante estas 12 semanas, explica Christian Thompson, director artístico de la Orquesta Sinfónica de la Radio Sueca. Tengo familia en Francia, Suiza e Inglaterra, y no podían creer que siguiéramos montando óperas durante el confinamiento. Nuestro mensaje es que la música desempeña un importante papel en tiempos de crisis."
¿Cuándo cesarán los conciertos sin público?
La música en directo después del Covid-19 busca nuevas fórmulas para llegar al público sin correr riesgos.
La Orquesta Sinfónica de la Radio Sueca mantuvo toda su temporada, aunque por supuesto los conciertos eran sin público.
