En una explotación agrícola situada en las cercanías de Montagnana, en la región del Veneto, en el norte de Italia, el cultivo del mijo tradicional se ha abierto paso entre las grandes plantaciones de trigo o maíz. Se trata de cereales que permiten producir alimentos sin gluten, aptos para celíacos.
En una explotación agrícola situada en las cercanías de Montagnana, en la región del Veneto, en el norte de Italia, el cultivo del mijo tradicional se ha abierto paso entre las grandes plantaciones de trigo o maíz. Se trata de cereales que permiten producir alimentos sin gluten, aptos para las personas celíacas. Su propietaria es una de las beneficiarias del proyecto europeo ‘Re-Cereal’ para reintroducir el cultivo de la avena, el mijo, y el alforfón (trigo sarraceno) en las regiones próximas a los Alpes italianos y austríacos.
"Finalmente, hace cinco años, decidimos transformar toda nuestra explotación agrícola, adoptar el método de producción biológico, e invertir en tierras con cultivos menores, como es el caso del mijo, que se adapta bien a este método de cultivo", declara la agricultora Giulia Rosetti.
‘Re-Cereal’ no es solamente un proyecto para impulsar la biodiversidad con la reintroducción de los cultivos tradicionales en el territorio. Además, es un proyecto científico. La empresa Dr. Schär, líder en la producción de alimentos sin gluten en Europa, tiene su centro de investigación y desarrollo en el parque tecnológico de Trieste.
Durante más de dos años, se han analizado las propiedades genéticas, agronómicas y nutricionales de diez variedades distintas de alforfón (trigo sarraceno), y de otras doce variedades de mijo.
"El mijo, particularmente, es un cultivo que también responde muy bien a las condiciones de estrés. Decimos que este año en Italia, en toda Europa, hace muchísimo calor y hay una gran sequía. Y, por desgracia, no es un problema solamente de este año", afirma Silvano Ciani, director de Investigación e Innovación Corporativa y de Investigación Básica de la empresa Dr. Schär.
Según los datos de la Unión Europea, la inversión total para el proyecto ‘Re-cereal’ es de 1 322 623 euros, con la contribución del Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la UE de 999 999 euros, a través del Programa Operativo ‘Interreg V-A - Italia-Austria’, para el período de programación 2014-2020. La inversión se enmarca en la prioridad ‘medio ambiente y eficiencia de los recursos’.
En este proyecto participan instituciones, entidades públicas y privadas, para optimizar los métodos de cultivo. Y, también, para desarrollar nuevas tecnologías para fabricar harinas del trigo sarraceno, el mijo y la avena, con características especiales. Y, además, con el fin de promover su uso en la producción de alimentos sin gluten y otros tradicionales.
"De estas variedades, elegimos las que tenían características peculiares muy importantes, a nivel agronómico, tecnológico, nutricional o sensorial. Estamos llevando a cabo este mismo proyecto de hibridación de estas variedades, para intentar tener variedades, aún mejores, para el futuro", señala Virna Cerne, directora de Investigación y Desarrollo de la compañía Dr. Schär.
Se trata de un futuro que está por descubrir.