En Letonia se organizan campamentos de verano para huérfanos de guerra ucranianos.
PUBLICIDADDesde la invasión a gran escala de Ucrania por Rusia, los representantes de las fuerzas militares ucranianas y los soldados retirados también están ayudando a las familias de los soldados caídos y capturados.
Y ya por tercer año se organizan campamentos en Letonia, adonde acuden los huérfanos de guerra. Con el calor de 40 grados que hace en Ucrania, en las aguas del río Daugava se sienten felices.
Todos los niños y jóvenes de los barcos son hijos de soldados. Y la mayoría de ellos han perdido a sus padres en los últimos años de la guerra.
Los niños en Letonia lo aprecian todo: la electricidad que no desaparece y la paz nocturna sin sirenas.
Un lugar para olvidarse de la guerra
"Por desgracia, la guerra ha afectado a todas las familias de Ucrania. Los niños no son una excepción. Muchos de ellos han perdido a sus padres. Los padres de otros están desaparecidos o en cautiverio", dice Viktor Golumbivskyi, coronel de la Guardia Nacional de Ucrania y jefe del campamento.
"En Letonia se está muy bien. Puedes relajarte. Puedes descansar de la ansiedad, de todo tipo de explosiones... olvidarte de la guerra", dice Artyom, un niño que participa en el campamento.
"Vivo en Járkov, en la ciudad del frente (de batalla). En principio, allí no es seguro, pero nuestros chicos de las Fuerzas Armadas de Ucrania protegen muy bien la región de Járkov en estos momentos", añadió.
Danilo, otro miembro del campamento, dice: "¡Me encanta el tiempo que hace! Hacía mucho calor en Ucrania, y aquí todo el mundo es muy hospitalario. ¡Todo es maravilloso! En Ucrania nos preocupa la pérdida de luz. Y, por supuesto, las alarmas antiaéreas".
"Estos niños están probablemente un poco más tranquilos porque han tenido esta gran experiencia emocional. Intentamos darles alegría. No hace falta ser psicólogo para ver cómo se sueltan esos niños aquí, porque el niño vive el momento.
Puede que dispararan a su padre hace un año. Vive el presente y nosotros creamos esa alegría. Es un momento fantástico cuando le ves olvidar, aunque sea por un momento, la tragedia que está ocurriendo en Ucrania", declaró Raimonds Graube, presidente del Consejo de la Fundación 'NAMEJS'.
"Ayer hubo un acontecimiento muy divertido cuando los sacaron en moto. Estaban tan contentos y el nivel emocional era tan alto que les costó dormirse. Esta mañana, muchos también están cansados", dijo Andris Juskans, cabo de la Guardia Nacional y jefe del campamento.
"Vemos que quieren estar activos, están esperando estas actividades, también el viaje en barco. Sus actividades son tantas que no piensan en lo que ocurre en Ucrania. Comparten sólo lo positivo con los que se quedaron en casa", añadió.