Los médicos de este hospital lo llaman "fábrica de supervivencia", allí se salvan los pacientes y ni siquiera las sirenas que avisan de un ataque aéreo inminente ponen en peligro el trabajo que hay que realizar.
Desde que empezó la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, más de 20.000 soldados heridos han pasado por el hospital Mechnikov de Dnipró, en el este de Ucrania.
Cada uno de ellos tiene una historia diferente, pero todos tienen en común las heridas de la guerra. Como Mykola, que antes trabajaba como programador en la ciudad de Leópolis, en el oeste del país, antes de convertirse en soldado.
El día que Mykola llegó al hospital, pensaba que iba a morir. "Me alcanzaron balas en la parte delantera. Mis dos pulmones, mis costillas y mi pecho quedaron aplastados", dijo Mykola.
Una "fábrica de supervivencia"
Los médicos de este hospital lo llaman "fábrica de supervivencia", allí se salvan los pacientes y ni siquiera las sirenas que avisan de un ataque aéreo inminente ponen en peligro el trabajo que hay que realizar.
Pero también se la podría llamar "fábrica de terror", especialmente por la noche, cuando los heridos llegan al hospital desde el frente.
"Es como si de repente nos encontráramos en una película de terror, sin poder salir. Se ha convertido en nuestra vida. No es algo que puedas describir con palabras, tienes que verlo con tus propios ojos", afirmó la doctora Valentyna Lisnycha, que trabaja en el hospital.
Y aunque no están en el frente, quienes trabajan en este hospital se dan cuenta de los avances y retrocesos de esta guerra por la cantidad de ambulancias y pacientes que llegan cada día.