Su objetivo, según la Fiscalía, era causar deliberadamente la muerte de pacientes.
PUBLICIDADDos médicos y una enfermera de un hospital de Bucarest, la capital de Rumanía, han sido detenidos en un caso de muertes sospechosas. A mediados de abril, 17 pacientes murieron en cuatro días en la unidad de cuidados intensivos del hospital, lo que desencadenó una serie de investigaciones.
Los fiscales dicen que los médicos habían urdido un plan para provocar deliberadamente un paro cardiorrespiratorio en los pacientes. "Uno de los acusados redujo voluntariamente la dosis de norepinefrina a un paciente que se encontraba en una condición bastante grave", dijo uno de los fiscales.
Dimiten los directores del hospital
El objetivo, según las autoridades rumanas, era causar deliberadamente la muerte de los pacientes que los médicos consideraban que ya no debían seguir con vida. Los médicos han sido acusados de asesinato agravado e intento de asesinato, y la enfermera de perjurio.
El caso ha causado tanto revuelo en el país que el primer ministro rumano, Marcel Ciolacu, incluso lo ha comentado. "Lo importante es que descubramos estas cosas. Que los que hagan esto vayan a la cárcel", dijo.
El director del hospital anunció que tanto él como el director médico presentarán sus dimisiones.