Siete años después de que 72 personas perdieran la vida en el incendio del rascacielos de Londres, la investigación concluyó que una "combinación de causas" provocó que la torre estuviera cubierta de un revestimiento combustible.
PUBLICIDADUn informe sobre un mortífero incendio en un rascacielos de Londres ha concluido que décadas de fallos por parte del Gobierno, los reguladores y la industria convirtieron la Torre Grenfell en una "trampa mortal" en la que perdieron la vida 72 personas.
La investigación pública sobre el incendio de 2017, que ha durado años, ha concluido que no hubo una "causa única" de la tragedia, sino una combinación de empresas deshonestas, reguladores débiles o incompetentes y un Gobierno complaciente que condujo al incendio más mortífero en suelo británico desde la Segunda Guerra Mundial.
El jefe de la investigación, el juez retirado Martin Moore-Bick, dijo que todas las muertes fueron evitables, y que "los que vivían en la torre sufrieron un grave fracaso durante varios años" por parte de múltiples personas y organizaciones.
"Todos contribuyeron a ello de una forma u otra, en la mayoría de los casos por incompetencia, pero en algunos casos por deshonestidad y codicia", afirmó.
Aunque el informe puede dar a los supervivientes algunas de las respuestas que llevan tanto tiempo buscando, se enfrentan a la espera de saber si se procesará a algún responsable. La Policía examinará las conclusiones de la investigación antes de decidir si presenta cargos.
Un incendio letal que se propagó rápidamente por las paredes inflamables
El incendio se declaró en la madrugada del 14 de junio de 2017 en un apartamento del cuarto piso y se propagó por el edificio de 25 plantas como una mecha alimentada por los paneles de revestimiento inflamables de las paredes exteriores de la torre.
La tragedia conmocionó a los británicos y planteó preguntas sobre la laxitud de las normas de seguridad y otros fallos de funcionarios y empresas que contribuyeron a tantas muertes.
"¿Cómo fue posible que en el Londres del siglo XXI un edificio de hormigón armado, estructuralmente resistente al fuego, se convirtiera en una trampa mortal?", pregunta el informe. "No hay una respuesta sencilla a esa pregunta", añade.
El fabricante de paneles de revestimiento "ocultó el verdadero alcance del peligro", según el informe
La Torre Grenfell, construida con hormigón en la década de 1970, había sido recubierta durante una reforma en los años anteriores al incendio con un revestimiento de aluminio y polietileno, una capa de espuma aislante coronada por dos láminas de aluminio intercaladas alrededor de una capa de polietileno, un polímero plástico combustible que se funde y gotea al exponerse al calor.
El informe criticaba duramente a las empresas que fabricaban el revestimiento del edificio. Decía que habían incurrido en una "deshonestidad sistemática", manipulando las pruebas de seguridad y tergiversando los resultados para afirmar que el material era seguro.
El documento afirmó además que el fabricante de aislamiento Celotex no tenía escrúpulos y que otra empresa de aislamiento, Kingspan, "explotó cínicamente la falta de conocimientos detallados de la industria". El fabricante de paneles de revestimiento Arconic "ocultó al mercado el verdadero alcance del peligro".
Según el informe, el revestimiento combustible se utilizó en el edificio porque era barato y debido a la "incompetencia de las organizaciones y personas que participaron en la rehabilitación", incluidos arquitectos, ingenieros y contratistas, todos los cuales pensaban que la seguridad era responsabilidad de otros.
La investigación concluyó que los fallos se multiplicaron porque los organismos encargados de hacer cumplir las normas de construcción británicas eran débiles, las autoridades locales carecían de interés y el "complaciente" Gobierno británico, liderado por los conservadores, hizo caso omiso de las advertencias de seguridad debido a su compromiso con la desregulación.
Más de 300 audiencias públicas y 1.600 declaraciones de testigos
La investigación ha celebrado más de 300 audiencias públicas y ha examinado alrededor de 1.600 declaraciones de testigos.
Un informe inicial publicado en 2019, que analizaba lo sucedido la noche del incendio, criticaba al cuerpo de Bomberos por decir a los residentes que permanecieran en sus apartamentos y esperaran el rescate. El consejo se cambió casi dos horas después de que estallara el incendio, demasiado tarde para que muchos en los pisos superiores pudieran escapar.
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El departamento de Bomberos de Londres fue objeto de nuevas críticas por una "falta crónica de gestión y liderazgo eficaces". Según el informe, los bomberos no tenían la formación adecuada para hacer frente a un incendio en un rascacielos y disponían de equipos de comunicación antiguos que no funcionaban correctamente.
La tragedia de Grenfell provocó un examen de conciencia sobre la desigualdad en Reino Unido. Grenfell era un edificio de viviendas sociales situado en uno de los barrios más ricos de Londres (a tiro de piedra de las boutiques de lujo y las elegantes casas de Notting Hill) y muchas de las víctimas eran personas de clase trabajadora con raíces inmigrantes. Las víctimas procedían de 23 países y entre ellas había taxistas y arquitectos, un poeta, un joven artista aclamado, jubilados y 18 niños.
El informe afirmaba que la investigación no había "visto pruebas de que ninguna de las decisiones que dieron lugar a la creación de un edificio peligroso o a la calamitosa propagación del fuego se vieran afectadas por prejuicios raciales o sociales".
La torre en ruinas sigue en pie, ahora cubierta de láminas blancas. Un corazón verde y las palabras "Grenfell forever in our hearts" ("Grenfell para siempre en nuestros corazones") figuran en la parte superior.
PUBLICIDADLa Policía está investigando a decenas de personas y empresas y está estudiando la posibilidad de presentar cargos, incluido el de homicidio imprudente. Pero fuentes policiales afirman que es improbable que se produzcan procesamientos antes de finales de 2026.