A los socialistas europeos les preocupa que la composición del próximo Ejecutivo de la UE no refleje las prioridades progresistas, dejándoles al margen en la configuración de la política social de la UE.
PUBLICIDADLos informes filtrados sobre la elección del nuevo Ejecutivo de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen sugieren que su formación, el Partido Popular Europeo (PPE) podría dominar carteras influyentes. Este hecho a provocado el enfado de los socialistas del Parlamento, que temen no ser escuchados en el nuevo mandato.
La semana pasada, 'Euronews' reveló que, según un documento filtrado, el PPE se haría con los puestos clave, incluidas carteras relacionadas con el empleo, los asuntos sociales y una cartera de vivienda de nueva creación.
Estos puestos estarían correrían a cargo del comisario austriaco Magnus Brunner y la croata Dubravka Šuica, ambos del PPE. Este hecho, para la presidenta del grupo socialista, Iratxe García, implica "colocar a un comisario de Empleo cuyo compromiso con los derechos sociales es, en el mejor de los casos, cuestionable".
La familia progresista
Los socialistas subrayaron también que esta cartera debería asignarse a alguien de la "familia progresista". Actualmente hay cuatro candidatos socialistas a puestos de la Comisión, entre los que destaca la española Teresa Ribera para una vicepresidencia ejecutiva. Sin embargo, se espera que los tres restantes -el danés Dan Jørgensen, el maltés Glenn Micallef y la rumana Roxana Mînzatu- asumen cargos en funciones menos destacadas.
Los socialistas presionan para que los Comisarios encargados de los asuntos sociales se comprometan con la Declaración de La Hulpe sobre el futuro de la Europa social. Firmado bajo la presidencia belga de la UE, este documento -respaldado por Von der Leyen y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola- establece una agenda social para 2024-2029, reafirmando un "Pilar Europeo de Derechos Sociales" como base de la política social de la UE en los próximos años.
Equilibrio de género
Además de las preocupaciones políticas, los socialistas siguen de cerca el equilibrio de género en la nueva Comisión y continúan reclamando la paridad en el Colegio de comisarios.
Aunque Von der Leyen recibió inicialmente los nombres de sólo cuatro mujeres como designadas a mediados de agosto, la presión política -especialmente sobre los Estados miembros más pequeños- le ha ayudado a conseguir al menos 11 comisarias.
Otra fuente de tensión es el nombramiento del candidato italiano, Raffaele Fitto, del grupo de extrema derecha Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), para una vicepresidencia ejecutiva. García advirtió de que llevar al ECR "al corazón de la Comisión" podría alejar el apoyo de los socialistas.
"Nuestro apoyo nunca ha sido un cheque en blanco. Siempre hemos tenido claro que la próxima Comisión debe cumplir nuestras expectativas, tanto políticas como de principios", dijo el presidente del Partido Socialista Europeo (PSE), Stefan Löfven.
Los socialistas son el segundo grupo político más numeroso del Parlamento Europeo, con 189 eurodiputados, y apoyaron a Von der Leyen en su investidura en el pasado mes de julio.