La agencia neerlandesa de salud pública afirma que es necesario cambiar las políticas para evitar que los fumadores eludan los elevados impuestos sobre el tabaco del país comprando estos productos en el extranjero.
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En Países Bajos, los fumadores pagan más por los cigarrillos que en casi cualquier otro país de la Unión Europea. El año pasado, el país volvió a subir los impuestos, para regocijo de los defensores de la salud pública y la lucha contra el tabaquismo. Pero nuevos estudios indican que subir los impuestos del tabaco puede no funcionar en países pequeños y ricos, donde la gente puede cruzar fácilmente las fronteras para comprar productos más baratos en el extranjero.
Después de que Países Bajos aumentaran los precios de los cigarrillos un 24% y del tabaco de liar un 45% en 2024, alrededor del 7% de los fumadores dejaron de fumar, según el análisis de la agencia holandesa de salud pública. Mientras tanto, el 22% de los fumadores redujo el consumo de cigarrillos y el 14% cambió a una marca más barata.
Pero muchos fumadores se limitaron a cruzar la frontera para conseguir su dosis. Se calcula que el 60% de los fumadores holandeses compraron productos del tabaco en otros países tras la introducción del impuesto, frente al 40% en 2023 y el 30% en 2020.
"La política debe centrarse en reducir las compras de productos del tabaco realizadas en el extranjero", dijo la agencia. Recomendó restringir el número de cigarrillos y otros productos del tabaco que pueden introducirse en el país. La agencia sanitaria también quiere que se apliquen impuestos especiales a los cigarrillos electrónicos para reducir las probabilidades de que los jóvenes se vuelvan adictos al vapeo antes de pasar a los cigarrillos tradicionales.
¿Dónde funcionan los impuestos sobre el tabaco?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que aumentar los impuestos sobre el tabaco es una de las formas más rápidas de frenar el tabaquismo y otros tipos de consumo de tabaco, que matan a más de ocho millones de personas al año en todo el mundo. La OMS recomienda un tipo impositivo mínimo del 75%.
Los controles de precios parecen ser más eficaces en los países de ingresos bajos, donde los impuestos sobre el tabaco se asociaron a una reducción del 9% del consumo de cigarrillos entre 2014 y 2020, según un estudio publicado el año pasado. En los países ricos, los impuestos se asociaron a un descenso del 6%.
Los últimos datos de Países Bajos indican que "dada la disponibilidad de tabaco barato procedente del extranjero, la política de precios es cada vez menos eficaz", dijo la agencia de salud holandesa. "Mientras no aumenten los precios del tabaco en los países vecinos, la [agencia] espera que disminuya el porcentaje de personas que dejan o intentan dejar de fumar".
Esto podría cambiar pronto. La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, está estudiando subir los impuestos del tabaco de liar un 258% y los de los cigarrillos un 139%, en medio de la presión de los Estados miembros para atajar el consumo de tabaco.
El año pasado, Países Bajos y otros 15 países instaron a la Comisión a actuar a escala de la UE, alegando que la gran variación de los tipos impositivos en el bloque está socavando su mercado único. En toda la UE, los impuestos sobre un paquete de 20 cigarrillos oscilan entre 1,92 euros en Bulgaria y 9,92 euros en Irlanda, según un análisis de 2024 de la Tax Foundation. Los Países Bajos tienen el segundo tipo impositivo más alto, con 7,66 euros.