De conquistador a icono cultural, el amir Tamerlán edificó ciudades, fomentó el conocimiento y dejó una huella imperecedera en Asia Central.
En el corazón de Asia Central, el emir Tamerlán, también conocido como Timur, se alzó desde Shahrisabz en el siglo XIV para forjar uno de los grandes imperios de la historia.
Brillante guerrero y estratega, unió tierras por toda la Ruta de la Seda y transformó Samarcanda en un centro de cultura, aprendizaje y poder.
Su legado está marcado no solo por la conquista sino también por la diplomacia, la arquitectura y la visión.
La historia de Tamerlán revela tanto el triunfo como el dolor, desde las victorias y la construcción de la ciudad hasta los mausoleos que construyó para sus hijos en Shahrisabz.
Hoy, su influencia perdura por todo Uzbekistán y más allá.