Es, probablemente, la pista de esquí más genuina del mundo. Se encuentra en la azotea de una planta de tratamiento de residuos, en Copenague. No tiene ni un copo de nieve, pero sí un sinfín de obstáculos que la convierten en el paraiso de cualquier freestyler. La superestrella Jesper Tjäder dio buena fe de ello mientras debajo de él, la pionera central eléctrica de Amager Bakke convierte los residuos en calor y electricidad para la ciudad danesa sin ninguna emisión de CO2.
La moderna planta de generación de energía a partir de residuos de Amager Bakke, inaugurada en 2017, es una importante piedra angular para el objetivo de Copenague de ser neutral en cuanto a las emisiones de CO2 para el año 2025. Suministra calefacción urbana para 160.000 hogares y electricidad para 60.000 viviendas. Con su pista de esquí de casi 500 metros de longitud, sus senderos de senderismo y su pared de escalada, será además una de las principales zonas de recreo de la capital de Dinamarca.
La pista de esquí de Amager Bakke se abre al público este verano.
