Encuentran en el municipio de Giugliano, en Nápoles, una tumba de cámara de cerca de 2 000 años en perfecto estado de conservación. El hallazgo ocurrió durante unas obras del sistema de abastecimiento de agua de riego.
Una losa sellaba la antrada a la cámara de una enorme tumba en la que las pinturas estaban aún intactas. La zona, en la que había una necrópolis recoge distintos tipos de enterramientos desde la época republicana hasta la Roma imperial.
Escenas mitológicas representadas en frescos dentro de la cámara van de perros de tres cabezas a un ictiocentauros (un centauro de mar en la mitología griega). Se sigue investigando sobre el origen de la misma.
