La evacuación de las primeras personas que escapan de una Gaza devastada por la guerra proporcionó un raro rayo de esperanza en una crisis humanitaria que, por lo demás, es desoladora, con casi 9000 muertos por los bombardeos israelíes, según el Ministerio de Sanidad dirigido por Hamás.
Unas 40 ambulancias blancas atravesaron el paso fronterizo de Rafah, mientras multitudes de familias extranjeras y con doble nacionalidad se reunían en las inmediaciones, con la esperanza de dejar atrás las catastróficas condiciones de Gaza. asediada por Israel.
Al menos dos niños fueron vistos en las ambulancias, uno de ellos con un gran vendaje alrededor del estómago, mientras los médicos examinaban a los heridos y los trasladaban a las camillas.
Familias enteras, que se esforzaban por cargar con sus posesiones terrenales, atravesaron a toda prisa el paso fronterizo fuertemente fortificado en dirección a Egipto.
Más 400 personas, entre ellas unos 90 heridos y enfermos muy graves, consiguieron cruzar esta frontera entre Egipto y Gaza que se abrió por primera vez este miércoles, aunque por tan solo por unas horas, desde los sangrientos ataques de Hamás en territorio israelí el pasado 7 de octubre.
La situación humanitaria en Gaza sigue siendo desesperada, con escasez de alimentos, combustible y medicinas para los 2,4 millones de residentes, según grupos de ayuda.
Los cirujanos practican amputaciones en las plantas de los hospitales sin anestesia y los niños se ven obligados a beber agua salada, según Jean-Francois Corty, vicepresidente de Médicos del Mundo, que cuenta con 20 empleados sobre el terreno.
Residentes palestinos dijeron a la agencia francesa de prensa, AFP, que habían evacuado el norte de Gaza, como exigía Israel, pero que sus vidas seguían corriendo peligro.
"Nos dijeron de evacuar la ciudad de Gaza hacia la zona central de la Franja, más allá del valle, así que nos dirigimos allí. Al cabo de 20 días nos bombardearon. Tres de nuestros hijos perdieron la vida y todos resultamos heridos", declaró Amen Al Aqlouk a la AFP.
"No hay esperanza en la Franja de Gaza. Ya no hay seguridad. Cuando se abra la frontera, todo el mundo se irá y emigrará. Nos encontramos con la muerte todos los días, las 24 horas", añadió.
