Los escaladores, equipados con arneses y cuerdas sujetas a la balaustrada del mirador de la estatua del Cristo Redentor, retiraron la basura de las laderas situadas bajo el monumento. Empleados por la empresa municipal de gestión de residuos, estos escaladores certificados son también responsables de la gestión de residuos en las laderas de Río de Janeiro.
Su trabajo va más allá de la retirada de botellas de plástico, ya que también retiran todos los materiales potencialmente inflamables para mitigar el riesgo de incendios forestales.
"Estos alpinistas realizan un trabajo muy duro", señaló Paulo Maurício, ingeniero del Santuario, destacando su papel crucial en la conservación de la zona que rodea este monumento de fama mundial.
