Miles de personas acudieron el jueves a despedirse del rey maorí de Nueva Zelanda. Tūheitia Pōtatau Te Wherowhero VII falleció el viernes pasado a los 69 años. Su hija y sucesora, Ngā wai hono i te po, se ha convertido en la segunda reina maorí de una tradición que se remonta a 1858.
El féretro del rey, cubierto con mantos de plumas, fue trasladado en una flotilla de canoas tradicionales a lo largo del río. Un grupo de guerreros acompañaron al monarca hasta su última morada en la montaña Taupiri.
Tūheitia Pōtatau Te Wherowhero VII fue el séptimo monarca del movimiento Kiingitanga, creado en 1858 para unir a las tribus indígenas maoríes de Nueva Zelanda frente a la colonización británica. Sus principales objetivos eran poner fin a la venta de tierras a no indígenas, detener las guerras intertribales y preservar la cultura maorí.
