El ataque mató a más de 300 asistentes al festival y fue parte de una incursión más amplia que dejó 1.200 muertos y 251 secuestrados.
Los organizadores dijeron que el concierto tenía como objetivo recordar a los muertos y apoyar la sanación de la comunidad. "A través del baile, a través de la música, estamos sanando juntos", dijo el productor Ofir Amir.
La campaña de represalia de Israel ha matado a más de 61.700 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza. Israel enfrenta una creciente presión global mientras una agencia de seguridad alimentaria respaldada por la ONU advierte que “el peor escenario de hambruna” se está desarrollando en Gaza.
