Los coches tocaban el claxon y las multitudes se reunían frente a los bares, coreando: “Es hora de que Jair se vaya”. Periodistas y figuras públicas calificaron el veredicto como un momento histórico para la democracia brasileña.
Cuatro de los cinco jueces del Tribunal Supremo encontraron a Bolsonaro culpable de cinco cargos, incluyendo intentar un golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022, unirse a una organización criminal e intentar la abolición violenta del estado de derecho democrático. Es el primer expresidente de Brasil en ser condenado por intentar revertir el resultado de una elección.
Bolsonaro, que niega haber cometido algún delito, permanece bajo arresto domiciliario en Brasilia y puede apelar el fallo una vez que el tribunal publique su decisión. Varios de sus exfuncionarios también recibieron largas penas de prisión, incluyendo al exministro de defensa Braga Netto con 26 años y al almirante Almir Garnier con 24 años.
