Las autoridades advirtieron que los vendavales suponían riesgos importantes para los desplazamientos y las infraestructuras, sobre todo en zonas que ya habían sido afectadas por el mal tiempo a principios de la semana.
Las rachas más fuertes se registraron en la parte sur de la Isla Norte, incluida la capital Wellington, y en varias zonas de la Isla Sur como Christchurch. Los servicios de emergencia se mantuvieron en alerta ante la caída de ramas, las líneas eléctricas dañadas y las carreteras bloqueadas que se registraron a lo largo del día.
A pesar de las importantes interrupciones, fuentes oficiales confirmaron que no se habían registrado heridos ni fallecidos. Los meteorólogos advirtieron que los vientos intensos podrían continuar hasta el viernes, y pidieron a la población que mantuviera la precaución mientras los equipos trabajaban para retirar los escombros y restablecer la normalidad en el transporte.
