El buque de guerra estadounidense, parte de un refuerzo militar más amplio en el Caribe, llegó el domingo a Trinidad y Tobago para una serie de operaciones de entrenamiento destinadas a reforzar la cooperación en seguridad marítima entre ambos países.
Funcionarios de ambos gobiernos confirmaron que, mientras el navío estaba atracado en Puerto España, tropas estadounidenses y fuerzas de Trinidad y Tobago participaron en maniobras conjuntas centradas en la defensa regional y la respuesta a emergencias.
Sin embargo, las autoridades venezolanas condenaron la decisión del país insular de acoger al destructor estadounidense, lo calificaron de "provocación" y posteriormente suspendieron los acuerdos energéticos bilaterales con Trinidad y Tobago.
Trinidad y Tobago, situada a pocos kilómetros de la costa caribeña de Venezuela, desempeña un papel estratégico clave en la seguridad marítima del Caribe y en las iniciativas de defensa regional de Estados Unidos.
