Las lluvias torrenciales han provocado corrimientos de tierra mortales e inundaciones en todo Sri Lanka, con más de 40 fallecidos y al menos 21 desaparecidos.
El desastre ha obligado a las autoridades a suspender los trenes de pasajeros y a cerrar carreteras principales, mientras los equipos de rescate han empleado helicópteros y embarcaciones para evacuar a los residentes atrapados.
La mayoría de las víctimas se registraron en los distritos montañosos de Badulla y Nuwara Eliya, donde viviendas y carreteras quedaron anegadas tras el desbordamiento de embalses y ríos.
Las autoridades afirman que el temporal ha alterado el transporte y ha causado daños en las comunidades desde la semana pasada.
