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Una nueva realidad climática: Los pueblos españoles afectados por la sequía llevan meses en crisis

Joan Torrent, de 64 años, llena jarras de plástico en un manantial natural de Gualba.
Joan Torrent, de 64 años, llena jarras de plástico en un manantial natural de Gualba. Derechos de autor AP Photo/Emilio Morenatti
Derechos de autor AP Photo/Emilio Morenatti
Por Euronews Green con AP
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Este artículo se publicó originalmente en inglés

Miles de personas que viven en pequeñas comunidades que dependen de pozos que ahora se están secando tienen dificultades para conseguir agua apta para el consumo.

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Jarra de plástico en mano, Joan Torrent se adentra en el bosque en busca de agua potable. Los llena en un manantial natural y luego los lleva a su casa de Gualba, un pintoresco pueblo cerca de Barcelona. Como muchos pueblos de España, está soportando lo peor de una sequía sin precedentes. Para Torrent, hacer este recorrido varias veces a la semana en busca de agua con las jarras de 8 litros es un inconveniente menor, pero que puede llegar a ser más habitual a medida que España y el resto del Mediterráneo se adapten al cambio climático.

"Gualba solía estar llena de manantiales. Ahora creo que éste es el único que queda", dice Torrent, un jubilado de 64 años, mientras se dirige a la fuente conectada al manantial. "Creo que no somos conscientes de lo que nos espera a todos. ... La gente no quiere oír hablar de que falta agua", prosigue.

Joan camina casi todos los días por el bosque en busca de agua potable.
Joan camina casi todos los días por el bosque en busca de agua potable.AP Photo/Emilio Morenatti

Cataluña declara la emergencia por sequía

Las autoridades de Cataluña, región del noreste de España, declararon el jueves la emergencia por sequía. Los embalses que abastecen a 6 millones de personas, incluida la población de Barcelona, están a menos del 16% de su capacidad, un mínimo histórico.

La emergencia, que entrará en vigor el viernes, limita la cantidad diaria de agua permitida para uso residencial y municipal a 200 litros por persona. Según la Agencia Catalana del Agua, un residente medio consume 116 litros al día en su casa.

"Estamos entrando en una nueva realidad climática", dijo el presidente regional catalán Pere Aragonès al anunciar la emergencia. "Es más que probable que veamos más sequías que serán más intensas y más frecuentes", añadió.

"Estamos entrando en una nueva realidad climática; es más que probable que veamos más sequías que serán más intensas y más frecuentes"
Pere Aragonès
Presidente regional de Cataluña

La población de Barcelona aún no ha notado todo el impacto de la sequía, más allá de no poder llenar las piscinas privadas ni lavar los coches. Sin embargo, Gualba y otras pequeñas ciudades y pueblos del interior de Cataluña llevan meses en crisis. Miles de personas que viven en pequeñas comunidades que dependen de pozos ahora secos tienen dificultades para conseguir agua apta para el consumo.

El nombre de Gualba, según la tradición local, significa "agua blanca", por los torrentes que bajan de la montaña del Montseny, que domina el pueblo. Su población, de unos 1.500 habitantes, lleva sin agua potable desde diciembre, cuando el embalse local bajó tanto que el agua sólo servía para lavar la ropa y los platos.

La mayoría de los residentes tienen que conducir hasta otro pueblo para comprar agua embotellada. "Siempre hemos tenido agua en abundancia", relata Jordi Esmaindia, teniente de alcalde de Gualba. "Nadie imaginaba que estaríamos así", prosigue.

¿Por qué España sufre una sequía récord?

España lleva tres años con precipitaciones por debajo de la media y temperaturas récord. Se espera que las condiciones empeoren debido al cambio climático, que se prevé que caliente la zona mediterránea más rápido que otras regiones.

Los embalses alimentados por los ríos Ter y Llobregat, en el norte de Cataluña, han caído al 15,8% de su capacidad, mientras que su media decenal es del 70%. Sólo la cuenca del río Guadalete-Barbate, en el sur de Andalucía, que sufre una escasez y restricciones similares, está peor, con un 14,6%.

Una canoa abandonada se encuentra en el terreno agrietado en el embalse de Sau.
Una canoa abandonada se encuentra en el terreno agrietado en el embalse de Sau.AP Photo/Emilio Morenatti

Barcelona ha evitado la escasez de agua gracias al impulso de sus costosos sistemas de desalinización y depuración. Ahora representan el 55% de toda el agua utilizada en Cataluña. Aun así, las autoridades regionales de Barcelona y Sevilla están pensando en hacer traer agua potable.

Las autoridades catalanas de Barcelona amenazan con multar a los municipios si sus habitantes, agricultores y empresas no cumplen las restricciones de agua. También les instan a subir las facturas del agua para poder pagar la modernización de las tuberías. "Algunos municipios pierden entre el 70% y el 80% del agua por las fugas", declaró a RNE Laura Vilagrà, funcionaria del gobierno catalán, "y eso no es sostenible".

Algunos pueblos ya están cerrando los grifos

Los expertos en gestión del agua temen que el campo siga siendo el más afectado. Las restricciones han reducido el agua para cerdos y otros animales de rebaño en un 50% y para el riego de cultivos en un 80%, lo que supone un duro golpe para la economía rural.

"Es revelador que esta sequía sea noticia simplemente porque afecta a Barcelona... cuando tenemos pueblos en los Pirineos que han sufrido escasez de agua y han necesitado que se les traiga agua en camiones durante varios meses", dijo Dante Maschio, portavoz de la organización catalana sin ánimo de lucro Aigua és vida.

Tenemos pueblos en los Pirineos que han sufrido escasez de agua y han necesitado que se les traiga agua en camiones durante varios meses
Dante Maschio
Portavoz de la organización catalana sin ánimo de Aigua és vida

"Si la sequía no se gestiona correctamente, puede conducir a una mayor desigualdad y tensión entre las ciudades y las zonas rurales", dijo Maschio. A muchos pueblos se les está trayendo agua en camiones cisterna, a menudo con un gasto enorme. La Generalitat de Cataluña ha repartido 4 millones de euros -de un total de 191 millones dedicados a luchar contra la sequía- entre 213 municipios para ayudar a pagar el transporte de agua.

Aun así, algunos pueblos tienen que cortar los grifos, como Espluga de Francolí, que corta el suministro de agua a diario de 20.00 a 10.00 horas para permitir que sus pozos se recuperen durante la noche. Eva Martínez es la alcaldesa de Vallirana, una localidad de 15.000 habitantes situada a poco más de media hora al oeste de Barcelona. Desde hace meses, su municipio ha tenido periodos en los que ha tenido que traer agua en camiones, que aparcan en los barrios para que los vecinos llenen botellas y cubos.

"Entendemos que es frustrante para los ciudadanos cuando tenemos problemas con el agua y cuando no podemos suministrar agua en la cantidad y calidad que se requiere", dijo Martínez. "Vemos que no llueve. La situación es desesperada", concluye.

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