En Cataluña se ha instado a la población a reducir el consumo de agua. Varias olas de calor registradas en España y en el resto de Europa este verano han agravado la sequía, lo que ha reducido los niveles de los embalses al aumentar la evaporación del agua.
Cataluña declaró la semana pasada la emergencia por sequía en 24 municipios, debido a la falta de precipitaciones en los últimos 30 meses.
Los niveles de los embalses son bajos y se han impuesto restricciones de agua debido a la sequía.
El embalse de Darnius Boadella, en el noreste de España, sólo cuenta con un 20 % lleno.
Artur Duran extiende la mano para mostrar el nivel de agua que recuerda hace dos años; entonces, todavía era lo suficientemente profundo para navegar. Ahora, una larga sequía casi lo ha vaciado.
"Nunca lo habíamos visto tan bajo", dijo a Reuters este vecino de 79 años.
La sequía deja vacíos los embalses
La gente tomaba el sol en la orilla del embalse, donde recientemente han aparecido algunas motas de hierba. Algunos visitantes intentaron practicar pádel surf.
La semana pasada, las autoridades catalanas impusieron nuevas restricciones al uso del agua en 22 pueblos de los alrededores del embalse, cerca de la frontera francesa, ya que el acuífero que los abastece también se está vaciando.
España registró el comienzo de año más seco en el primer cuatrimestre de 2023, desde que se tienen registros en la década de 1960, siendo Cataluña y Andalucía, en el sur de España, las más afectadas.
Varias olas de calor registradas en España y en el resto de Europa este verano han agravado la sequía, lo que ha reducido los niveles de los embalses al aumentar la evaporación y el consumo de agua, según Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Cataluña declara la emergencia por sequía en decenas de pueblos
Los 22 pueblos, a los que ya nos referimos, más otros dos del sur de Cataluña, que suman unos 25 000 habitantes, se encuentran en situación de emergencia hídrica.
Esto significa que deben reducir su consumo a una media diaria de 200 litros de agua por habitante, frente al tope anterior de 230 litros.
Las autoridades aún no limitan el agua para consumo humano, pero se prohibirá en gran medida el riego con fines agrícolas, y el uso de agua con fines industriales y recreativos debe reducirse en un 25 %.
El pueblo de Agullana, con 900 habitantes, lleva varios meses manteniendo su consumo de agua por debajo del límite de 200 litros, pero su alcalde ha declarado que se tomarán nuevas medidas.
"Reduciremos a cero el riego de los jardines, el campo de fútbol, el césped de la piscina, que veremos volverse amarillo como si estuviera quemado", dijo Josep Jovell.
No se utilizará agua para limpiar las calles, sólo se barrerá en seco, añadió.