Nos encontramos en Timisoara, uno de los tres grandes núcleos económicos en Rumania. Una región muy dinámica en la que hay más ofertas que demandas de empleo, y en la que no faltan ideas de emprendedores que quieren desarrollar sus negocios. Por ejemplo, una panadería familiar que se ha convertido en un referente ineludible en su sector.
Desde su creación en 1991, existe en Timisoara una panadería y pastelería que ha crecido de manera espectacular. Tiene a más de 180 personas contratadas y q sólo el año pasado facturó más de cinco millones de euros. Hace cuatro años que se llevaron a cabo las grandes inversiones: una nueva planta de producción, máquinas más modernas y seis nuevos camiones de reparto.
Para llevar a cabo este proyecto, Adina Bugescu contactó con la Cámara de Comercio y Agricultura de Timisoara, cuyos asesores son miembros de la Red Europa de Empresas. Tras cinco años de esfuerzos, consiguió una subvención europea de 750 000 euros.
Adina Bugescu es copropietaria de la panadería: “La subvención nos ha permitido aumentar la productividad y alinearnos con los estándares europeos. Desde que hicimos la inversión principal hasta ahora la facturación ha aumentado un 25% y hemos contratado a 60 personas. “
Desde hace más de dos décadas, esta panadería ofrece panes 100% naturales, sin conservantes ni mezclas previas. Una elección que ha facilitado el crecimiento de la empresa. “Ahora mismo, tenemos una red de 14 panaderías. Y el objetivo es abrir más, para aumentar la productividad y la producción. Por otro lado, tenemos un sueño que es abrir una escuela de panadería”, comenta Adina.
3000 especialistas trabajan en la Red Europea de Empresas. La red tiene representantes en toda Europa y muchos otros lugares del mundo. Su misión es ayudar a las PYME’s, como ha sido el caso de Adina, para poder acceder a los fondos de ayuda europea, o para expandirse a nuevos mercados. En Timisoara, esta red se ha instaló en 2007 y es especialmente activa.
Octavian Culda es uno de los ocho consultores que trabajan en Timisoara: “De media, cada año trabajamos a través de esta red en tres o cuatro proyectos en el extranjero. Tanto en la Unión Europea, como estos dos últimos años, en los Estados Unidos”.
“Para nosotros, la llave del éxito, es identificar una necesidad real de financiación, antes de identificar la fuente. Entonces, hay que encontrar al consultor compatible con la filosofía de la empresa”, concluye Adina.