Arte con lupa

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Por Euronews
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Uno de los primeros autoretratos de Picasso y un escarabajo egipcio en lapislázuli de hace 3.000 años. ¿Qué pueden tener en común? Ambos están siendo analizados con técnicas punteras que hacen las delicias de los restauradores de arte de toda Europa.

Este laboratorio móvil forma parte de un proyecto europeo Charisma. Los instrumentos más innovadores para analizar las obras de arte en 2 y 3 dimensiones y las técnicas más avanzadas de restauración están al alcance de la herencia cultural que atesoran los museos europeos.

Brunetto Giovanni Brunetti, químico de la Universidad de Perugia y coordinador del proyecto Charisma:

“Las diferentes técnicas nos permiten analizar con minuciosidad la naturaleza de las obras de arte. Podemos entender mejor su estructura, las técnicas y el proceso creativo que utilizaron los artistas que analizamos. Podemos obtener información muy precisa de las condiciones en las que se realizaron esas obras de arte y todo ello con una precisión que hasta ahora desconocíamos.”

Instrumentos a veces tan complejos que la movilidad encuentra sus límites, por ello, en ciertas ocosiones, son las propias obras de arte las que tienen que desplazarse.

Aquí en este centro de restauración en París, un grupo de investigadores italianos analiza varios piezas artesanales del Antiguo Egipto.

Quieren saber de dónde procede el lapislázuli utilizado para tallar estos escarbajos. Información que les ayudará a entender mejor las rutas y usos comerciales de hace trienta siglos.

Análisis que nunca habrían podido llevar a cabo en sus museos.

Alessandro Re, Físico de la Universidad de Torino:

“Aquí trabajan físicos especializados en arqueología. Esta centro funciona como una plataforma para investigadores de todo tipo, geólogos, arqueólogos … ponemos nuestros conocimientos al servicio del mismo problema, discutimos. Cotejamos nuestras investigaciones, cada uno en su especialidad y, juntos, intentamos resolver problemas científicos, en nuestro caso, intentamos averiguar la procedencia del lapislázuli.”

La investigación y los sucesivos análisis permiten crear una amplia base de datos digitalizada.

Pero llegar hasta aquí requiere un trabajo previo de la parte de los anfitriones.

Claire Pacheco, arqueóloga, C2RMF:

“Acoger a investigadores de toda Europa significa que tienen que trasladarse aquí con las obras de arte, con todo lo que eso significa: precio del transporte, seguros. Así que nuestra institución no puede permitirse ningún error, no sería concebible poner en marcha una logística de tal envergadura para que al final falle la parte técnica.”

Pieza a pieza, el fondo digitalizado almacenado en este centro tiene un valor incalculable, un legado artístico al que tienen acceso restauradores de toda Europa.

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