Así ven los republicanos la dimisión forzada del secretario de Defensa. El presidente estadounidense ha alabado la labor del que ha sido uno de los colaboradores más incómodos, quizás, para él, ya que nunca caló en la Casa Blanca. Obama, sin embargo, no ha ahorrado en alabanzas:
“Hay algo que puedo decir con certaza sobre Chuck, no se toma las cosas a la ligera, no ha sido una decisión fácil, creo que me puedo sentir extraordinariamente afortunado de haberle tenido a mi lado durante estos dos últimos años. Le agradezco el que haya aceptado mantenerse en su puesto hasta que nomine a su sucesor.”
El líder de los republicanos en el Congreso, John Boehner, ya ha dicho que el sucesor de Chuck Hagel deberá dar un cambio de dirección a las estrategias militares estadounidenses.
Hagel apostaba por una implicación mayor en la lucha contra el grupo Estado Islámico al que definió como “la mayor amenaza para la seguridad del país.”