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Los peuqeños, de edades entre los 18 meses y los 15 años, fueron encontrados muertos a puñaladas el viernes en la ciudad australiana de Caims. La madre ha sido detenida este sábado. El octavo de los pequeños era su sobrina.
Los agentes de policía que se desplazaron al lugar de los hechos, en el barrio de Manoora, una zona residencial de bajo poder adquisitivo en esta localidad, hallaron a una mujer con heridas de arma blanca, quien fue trasladada a un hopital.
Medios locales han filtrado que se baraja la hipótesis de que después del crimen hubiera tratado de suicidarse.
El suceso ha supuesto un nuevo golpe para el país, que sigue aún recuperándose de la toma de rehenes esta semana en una cafetería de Sídney por un radical islamista en la que murieron tres personas, incluido el secuestrador.