El primer ministro griego, Alexis Tsipras, y los acreedores internacionales cocinan en Bruselas el acuerdo que permitiría a Grecia cumplir con sus
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, y los acreedores internacionales cocinan en Bruselas el acuerdo que permitiría a Grecia cumplir con sus obligaciones. Mientras, en Atenas, sus hombres de confianza trabajan a toda máquina para convencer a los griegos de la conveniencia su última propuesta, como el ministro de Economía, Giorgos Stathakis: “Estamos en disposición de afirmar que tenemos un acuerdo a la vista que permitirá a la economía griega volver pronto a la senda del crecimiento”.
Este acuerdo va en la dirección contraria al programa electoral con el que Syriza concurrió a las elecciones
Stamatis Giannisis, euronews:¿Cree que el sector más duro de Syriza aceptará el acuerdo?
“Este acuerdo reúne todas las características para ser aceptado por la mayoría parlamentaria que apoya al gobierno”, añade Stathakis.Una opinión que no comparten algunos de los principales analistas políticos que advierten del riesgo de fractura con los sectores más izquierdistas de Syriza, como explica el analista del periódico Ta Nea, Giorgos Papachristos: “Este acuerdo va en la dirección contraria al programa electoral con el que Syriza concurrió a las elecciones. Tsipras tendrá serias dificultades para que muchos de sus propios diputados lo acepten”, señala Papachristos.
La propuesta prevé en conjunto un ahorro de 7.900 milones de euros en el periodo 2015-2016. Uno de los aspectos mas controvertidos es el aumento de las contribuciones a la Seguridad Social y la reforma progresiva del sistema de pensiones.
“El primer ministro prometió cosas diferentes de las que dice ahora. Tiene que cumplir. No queremos ser ricos, queremos que no recorten nuestras pensiones, nada más y que nos dejen en paz”, comenta María Alevizou, una vecina de Atenas de 65 años.
Stamatis Giannisis, euronews:
Aunque el Gobierno griego consiga finalmente el tan ansiado acuerdo con los acreedores, el primer ministro Tsipras todavía tendrá que convencer a muchos de los diputados de su propio partido para convalidar el acuerdo en el Parlamento. Incluso puede necesitar algunos apoyos de la oposición.