Suiza no quiere riesgos con Volkswagen. El país helvético ha prohibido la venta de vehículos nuevos que puedan tener motores diésel con el sistema de
Suiza no quiere riesgos con Volkswagen. El país helvético ha prohibido la venta de vehículos nuevos que puedan tener motores diésel con el sistema de trucaje de emisiones que ha utilizado la compañía. Además, las autoridades helvéticas crearán un grupo de trabajo que analizará y ofrecerá recomendaciones al respecto. El nuevo presidente del gigante alemán, Matthias Müller, hizo sus primeras declaraciones tras su nombramiento:
“De ahora en adelante tenemos que ser muy cuidadosos, eso es lo más importante. Es crucial que algo así no vuelva a suceder. Por ello, llevaremos a cabo estándares de cumplimiento y de gobierno aún más estrictos. Ese es mi compromiso “.
La Oficina Federal de Caminos suiza, que ha anunciado que la prohibición no afecta a los coches que ya están en circulación, tiene registrados 180 000 vehículos que pueden estar equipados de un motor diésel con el dispositivo trucado.
“Lo sucedido es tremendamente perjudicial. La magnitud del caso y su carácter deliberado implican un gran impacto negativo para la marca. Los daños podrían ascender a los 10 mil millones de dólares a nivel de imagen y de confianza de capital”, dijo el analista Robert Haigh.
Mientras tanto, Estados Unidos podría exigir controles adicionales en cualquier vehículo para determinar si cumple con los estándares de emisiones en condiciones normales de tráfico.
El engaño, descubierto en el mercado norteamericano, alcanza los 11 millones de vehículos.