Los primeros cadáveres del siniestro aéreo de la península del Sinaí llegan a San Petersburgo. Un avión con los cuerpos de ciento cuarenta y cuatro
Los primeros cadáveres del siniestro aéreo de la península del Sinaí llegan a San Petersburgo. Un avión con los cuerpos de ciento cuarenta y cuatro pasajeros ha aterrizado esta mañana en el aeropuerto ruso de Pulkovo y otro debería despegar esta tarde de Sharm el Sheij con el resto del pasaje. En la terminal de llegadas, las flores se amontonan y la espera se hace eterna. Las labores de identificación de los restos comenzarán esta misma tarde.
“Hemos traído la muñeca con la que mi mujer jugaba cuando era pequeña”, dice el marido de una de las víctimas. “Estamos completamente desolados. Es una pérdida inmensa. Espero que algo así no vuelva a repetirse, que se saquen conclusiones y que sea la última tragedia que nos golpea de esta manera”.
Hasta el lugar se ha desplazado también una representación del gobierno encabezada por el jefe de la Administración Presidencial. “Es una tragedia enorme”, reconocía Serguei Ivanov. “Lo único que ahora podemos hacer es ofrecer nuestras condolencias a los familiares y amigos, a la gente de San Petersburgo y del resto de ciudades afectadas, a los ciudadanos de Ucrania y de Bielorrusia y a todos sus seres queridos”.
Las causas del siniestro todavía son una incógnita. La caja negra, localizada este domingo, será analizada en las próximas horas. La versión oficial desmiente un posible atentado y sostiene que el avión se partió en dos en pleno vuelo. El aparato, un airbus A321, acababa de despegar de Sharm el Sheij y la tripulación no había notificado ninguna incidencia extraordinaria a la torre de control. La aerolínea que operaba el vuelo llevaba dos meses sin pagar los sueldos de sus empleados.